MADRID, 25 Feb. (EDIZIONES) -
El Congreso sigue trabajando en la tramitación del Proyecto de Ley de Crédito Inmobiliario que aprobó el pasado diciembre en Consejo de Ministros, una legislación que se prevé que entre en vigor el próximo verano tras recibir la aprobación de las Cortes y que tendrá implicaciones sobre compradores y bancos.
Concretamente, la reforma hipotecaria incluye los siguientes cambios:
1. Los bancos no podrán determinar el vencimiento anticipado de una hipoteca durante la primera mitad del contrato hasta que el impago por parte del consumidor suponga un 2% el préstamo o alcance nueve cuotas. En la segunda mitad el límite se establece en el 4% o en doce mensualidades.
Actualmente el sistema establece que el banco puede ejecutar la hipoteca a partir del tercer mes de impago.
2. La cantidad máxima de los intereses de demora se establecerá en el triple del interés legal del dinero vigente.
3. Se establecerán facilidades para la conversión del préstamo hipotecario en moneda extranjera a otra moneda.
4. La comisión máxima de reembolso anticipado para una novación o cambio de entidad en la que se pacte un tipo fijo será del 0,25% en los tres primeros años y después desaparecerá.
5. En los préstamos a tipo fijo la comisión por reembolso anticipado será de un 4% como máximo en los diez primeros años y del 3% a partir de ese momento.
6. Se creará un contrato tipo que incluirá las cláusulas fundamentales del mismo al que los clientes podrán acudir.
7. Se exigirá a quienes intervengan en la concesión de una hipoteca que cuenten con profesionalización en el campo y tengan capacidad para ofrecer toda la información requerida por el consumidor, así como para evaluar su situación de solvencia.
8. Quedarán prohibidos los incentivos a los trabajadores de los bancos por la concesión de un número de contratos hipotecarios.
9. Queda prohibida la venta vinculada de productos con las hipotecas.
10. El consumidor deberá recibir con siete días naturales de antelación respecto a la fecha de firma del contrato hipotecario por parte del banco una ficha de información normalizada con las principales características del contrato y otra estandarizada con advertencias en la que se incluyen cláusulas sensibles.
Pero, ¿estas novedades garantizarán la protección del consumidor?
"La nueva ley introduce un importante refuerzo de información en la fase precontractual para asegurar que el cliente entiende las características del contrato", indica José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), quien valora el aumento de la seguridad en la contratación del cliente que incluye la nueva normativa.
Para Martínez Campuzano, tras la reforma, la española será "una de las normas más exigentes para los bancos desde una perspectiva europea" e indica que con su aprobación lo fundamental es que sirva para ofrecer más certidumbre sobre la regulación hipotecaria eliminando las diferentes interpretaciones que existen en la actualidad, aunque recalca que a la AEB le gustaría que sirviese para hacer "más homogéneo el mercado hipotecario español con el comunitario".
Para la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) la reforma se queda corta y sigue dejando grietas. "Se avanza en la obligación de poner a disposición la escritura con mayor antelación, en el vencimiento anticipado, pero pese a eso, se queda corta", indica la presidenta de Asufin, Patricia Suárez.
"El consumidor tiene que conocer mediante escenarios económicos el impacto que va a tener en su vida una hipoteca", explica Suárez. Para ella es imprescindible que la normativa hipotecaria incluya esta garantía. "Los bancos deberían plasmar a sus clientes estos escenarios", añade.
Otra de las reivindicaciones de Asufin hace referencia a los intereses de demora. Suárez denuncia que el Gobierno "se ha descolgado de lo que dicta el Supremo" y explica que pese a que la justicia dictaminó que el interés de demora debía ser como máximo dos puntos superior al interés legal, en la reforma se ha aprobado hasta el triple del mismo.
Por último, también muestran su descontento con la reforma sobre el vencimiento anticipado de la hipoteca. Al respecto la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros insiste en la necesidad de que se instaure un mecanismo de reestructuración de la deuda. "Los bancos no quieren casas y tampoco quieren perder clientes", asegura Suárez, que recalca la necesidad de crear mecanismo de reestructuración de la deuda para intentar que el deudor se reponga y vuelva a pagar la hipoteca.
"Realmente la ley se centra en el cumplimiento formal de la norma y no en el espíritu", añade Suárez, que concluye que para que se avance en esta materia "los bancos tienen que cambiar su cultura".