El 87% se muestra favorable a la coauditoría, considerada como un elemento clave para mejorar el mercado
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Nueve de cada diez ejecutivos de grandes empresas coinciden en que el mercado de las auditorías necesita una reforma, según refleja el estudio 'The future of audit: market view', elaborado por Mazars.
El documento, que parte de una encuesta realizada a más de 500 ejecutivos (consejeros delegados, directores financieros y miembros de los comités de auditoría) de grandes empresas en 12 países (España entre ellos) concluye que el 93% de los encuestados cree que el mercado de la auditoría necesita una reforma.
Los ejecutivos europeos son los más partidarios de la reforma: a la pregunta de si el mercado debía reformarse el 72% contestó 'sí, absolutamente' frente al 64% de la media global.
El informe analiza aspectos claves como la percepción de los ejecutivos sobre qué esperan de los auditores y los posibles beneficios para la compañía auditada, el valor de la tecnología para el proceso de auditoría o los conocimientos fundamentales que quieren que aporten los auditores, entre otros. A partir de las respuestas de los encuestados, el informe destaca varios aspectos clave para el mercado.
El primero de ellos es que las empresas son favorables o apuestan con claridad por la coauditoría. En este sentido, el 91% de los encuestados ha afirmado tener experiencia directa con el régimen de coauditoría y una gran mayoría de ellos (el 87%) se ha mostrado favorable a la coauditoría. Las empresas ven en la coauditoría una forma de mejorar las auditorías y aumentar la confianza de los diferentes grupos de interés en el informe financiero.
A partir de las respuestas recogidas en el informe, Mazars concluye que las empresas de los principales mercados, Reino Unido, Alemania, Francia y también España, exigen cambios en el mercado de la auditoría.
Para lograrlo, la firma considera necesaria "una legislación decidida, tanto a nivel nacional como europeo, y una profunda reflexión por parte de todos los actores de la industria". En este contexto, la coauditoría ha sido señalada, tal y como se aprecia en las respuestas del informe, como un elemento clave para una reforma sostenible que tenga como objetivo mejorar el mercado y hacerlo más diverso.
Para Enrique Sánchez, socio de la división de auditoría de Mazars, una de las conclusiones que se desprenden del informe es que hay un apoyo mayoritario a la opción de la coauditoría.
"Con la presencia de dos auditores, la coauditoría aumenta la diversidad de conocimiento y puntos de vista, otorga una mayor seguridad en las conclusiones, eficiencia en la transición entre auditores (algo muy importante para las compañías), no supone un trabajo redundante (las dos firmas se reparten las actividades entre ellas y emiten una única opinión de auditoría) y tampoco supone un incremento en los costes", destaca en declaraciones a Europa Press.
Sánchez ha utilizado como ejemplo Francia, en donde existe la coauditoría obligatoria para grandes empresas desde hace más de 50 años y los honorarios "no son superiores a los que hay en otros mercados importantes, como por ejemplo, el inglés".
Un segundo aspecto que destaca el informe tiene que ver con cuál debe ser la función principal de la auditoría. El 74% cree que ofrecer una opinión objetiva e independiente sobre los estados financieros de la entidad auditada. Solamente un 34% opina que debería ser la detección y prevención del fraude. Pese a estas cifras, la firma ha considerado que sigue siendo necesario entablar un diálogo transparente entre todas las partes interesadas para clarificar cuál es el alcance de una auditoría financiera.
En tercer lugar, el documento aborda el papel de la tecnología en la profesión. Los encuestados han reconocido que la tecnología mejora la calidad de la auditoría y esperan que pueda potenciar algunas de las habilidades de los auditores, pero no que las sustituya.
El 93% ha manifestado que la tecnología ahorra tiempo y el 92% ha afirmado que ayuda a los auditores a dar un paso atrás para analizar y cuestionar mejor los datos.
Sin embargo, los ejecutivos han confirmado que, de las habilidades básicas de un auditor, ninguna puede ser fácilmente remplazada por la tecnología. Los cinco atributos más elegidos de un buen auditor han sido: pensamiento riguroso y fuerte sentido de la organización (53%), pensamiento crítico (50%), escucha (49%), discreción (44%) y proactividad y creatividad (44%).
Los entrevistados han animado a los auditores a ir más allá de la revisión de los estados financieros. Una gran mayoría (96%) cree que los auditores podrían ampliar el alcance de su revisión, especialmente en relación con el ámbito del aseguramiento.
En particular, el 87% es partidario de que la auditoría revise los indicadores de información no financiera, por ejemplo, el riesgo climático, la diversidad de género o los derechos humanos. Este mayor alcance reclamado por los entrevistados podría ser beneficioso para la calidad general de la auditoría.
El documento deja muy claro que cualquier ampliación del alcance debe respetar siempre la separación de los servicios de auditoría y consultoría u otras posibles incompatibilidades: el 89% de los encuestados ha manifestado estar a favor de una clara separación entre los servicios de auditoría y consultoría.