Conoce los ocho principales problemas del Sistema Fiscal Español que deberá superar la nueva reforma, según el profesor del IESE Javier Díaz-Giménez. "Sin duda, la tolerancia de la economía sumergida, estimada entre el 15% y el 20% del PIB español, es el principal problema de la tributación en España. Muchos españoles pagan demasiados impuestos porque muchos otros pagan muy pocos o ninguno". "La tributación de la vivienda en España grava todas las compraventas, incluidas las de viviendas de segunda mano, a tipos cercanos al 10% y tiene los tipos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles más bajos de la Eurozona. Esto hace que la recaudación fiscal fluctúe excesivamente con el ciclo del sector de la construcción. El Gobierno debería suprimir el Impuesto Sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y multiplicar por dos, por tres o por cuatro el Impuesto sobre Bienes Inmuebles". "En España las diferencias entre los tipos nominales y efectivos de este impuesto son ridículas. Si este impuesto recauda pongamos que el 10% de los beneficios antes de impuestos, su tipo debería ser del 10% y no del 30% o del 35%. No debería haber deducciones, ni exenciones, ni excepciones de ningún tipo. Si el gobierno aprobara esta reforma, las declaraciones de este impuesto podrían hacerse en una postal y España competiría con Irlanda por la localización de las grandes empresas tecnológicas". (a) "Aquí también sobran las deducciones. La finalidad de este impuesto, como la de los demás debe ser exclusivamente recaudatoria. La deducción por la compra de vivienda habitual no tiene sentido. Y tampoco lo tiene la deducción por las aportaciones a planes de pensiones. Si las pensiones públicas españolas no son sostenibles, el gobierno debería reformar las pensiones. No usar el IRPF para paliar los problemas de las pensiones favoreciendo los planes privados de los ricos. (b) La diferencia entre los tipos marginales del IRPF y del IS es excesiva y favorece la elusión fiscal. Mientras esta diferencia se mantenga, cada vez habrá más españoles ricos que dediquen sus fines de semana a la ingeniería fiscal y creen una sociedad limitada para eludir los impuestos. (c) El Gobierno debería reforzar la tributación por separado de las rentas del capital y de las rentas del trabajo, reduciendo la primera. La tributación de las rentas de capital es una doble imposición y el gravamen del ahorro puede esperar hasta que se convierta en consumo". "La eficiencia recaudatoria de este impuesto aumentaría con un tipo general quizás más bajo pero aplicado a todos los gastos de consumo con posiblemente la única excepción de la comida. A pesar de que soy un gran consumidor de comedias, magia y títeres, nunca he entendido por qué algunas sociedades se empeñan en subvencionar a sus cómicos, a sus magos o a sus titiriteros con las rentas de los ciudadanos a los que no les interesan estas actividades". "Los tipos de los impuestos especiales españoles deberían converger con los del resto de la Eurozona. Hay márgenes para subir los impuestos especiales de las gasolinas, del alcohol y del tabaco." "Es una doble imposición que no me gusta. Gravemos los fondos pero no los flujos". "Con este tengo más dudas porque la igualdad de oportunidades me parece fundamental. Pero es otra forma más de imposición duplicada. Fuera con él". El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, eleva este viernes al Consejo de Ministros el informe de los expertos sobre la reforma fiscal, en el que se contemplan 270 cambios tributarios concentrados en 125 propuestas. El documento, de 444 páginas, pretende un sistema fiscal más simple y eficiente que contribuya a la reducción del déficit al tiempo que ayude a generar crecimiento y a proteger a los sectores más desprotegidos de la sociedad.