MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El PSOE ha recibido con satisfacción el principio de acuerdo alcanzado la pasada madrugada por el Gobierno y los sindicatos y, si se culmina, confía en que mejorará sus expectativas electorales y, además, relegará a un segundo plano el debate sobre la sucesión del presidente del Gobierno y líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuentes de la dirección consultadas por Europa Press subrayan que el acuerdo será importante principalmente "para el país" y para la recuperación económica, pero admiten que los socialistas concurrirán a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo con otro ánimo, puesto que su base electoral coincide en gran medida con la de los sindicatos.
"No es lo mismo presentarse con una amenaza de movilización que con un acuerdo", repiten una y otra vez en Ferraz. "Todo lo que sea buen clima beneficia, afecta a una parte de nuestro electorado que se sentía preocupado", afirma un dirigente.
Para el PSOE, el acuerdo sobre la reforma de las pensiones será el primer paso de un gran pacto social --negociación colectiva y políticas activas de empleo son los siguientes puntos sobre la mesa-- que hará que, tras tres años de legislatura "tormentosa", hará cambiar la percepción de muchas cosas y cambiará las expectativas "a todos los niveles".
PERCEPCIÓN DE ZAPATERO
Es más, en el seno del Gobierno se apunta incluso que el acuerdo va a repercutir positivamente en la imagen del propio Zapatero, que se ha implicado a fondo en la negociación del acuerdo de pensiones. El presidente cenó anoche con los líderes sindicales, Cándido Méndez e Ignacio Fernándz Toxo, y con el presidente de la patronal Joan Rosell, para desbloquear el principio de acuerdo político, y se había reunido con ellos en otras ocasiones en las últimas semanas.
Después de que el Consejo de Ministros apruebe mañana su propuesta de reforma de las pensiones, el PSOE confía en que las próximas reformas, incluida la de las cajas de ahorro, se concreten rápidamente, antes de que empiece la precampaña electoral para el 22-M --las elecciones se convocarán el 28 de marzo--.
En ese escenario, el PSOE confía en un gran pacto social que apuntale la confianza y los datos económicos positivos que se van produciendo. Y, además, espera que las negociaciones y los acuerdos centren el foco informativo y eso deje en segundo plano el debate sobre si Zapatero volverá a ser el candidato en 2012 o, en caso que no lo sea, si el sucesor será el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba.
"Ese tema no está en absoluto abierto", zanjan las fuentes de la dirección, que insisten en que el 'debate sucesorio' no tendrá lugar, ni sobrevolará siquiera, sobre la convención autonómica que el PSOE celebra en Zaragoza desde mañana y hasta el domingo.