MADRID 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Realia obtuvo un beneficio neto atribuible de 24,7 millones de euros en 2023, lo que supone una caída del 57,5% respecto al año anterior, debido a las mayores provisiones realizadas y al impacto del alza de los tipos de interés en la actividad inmobiliaria.
En concreto, la filial del grupo FCC registró una variación de provisiones, principalmente existencias, de 34,8 millones; un impacto de 35,7 millones por la menor valoración de los activos patrimoniales; y otro de 10,6 millones por el resultado financiero negativo, motivado por el alza del Euríbor.
Por el contrario, el beneficio se ha visto incrementado en 15 millones de euros, gracias a la obtención de un mayor crédito fiscal como consecuencia de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que declaraba la inconstitucionalidad de determinadas medidas que fueron introducidas en el Impuesto sobre Sociedades en 2016.
Al margen de todos estos efectos contables, los ingresos crecieron un 12,6%, hasta los 151 millones de euros, al mismo tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 69 millones de euros, un 38% más.
Esta mejora de la actividad responde al aumento de las rentas de los contratos existentes por la inflación y a las mayores rentas procedentes de la actividad de alquiler residencial (BtR), que se dispararon un 52%.
En el plano financiero, a 31 de diciembre de 2023, el grupo Realia contaba con una deuda financiera neta de 516,9 millones de euros, un 0,4% menos que en el ejercicio anterior, con un tipo medio ponderado de los préstamos del 3,16%.
Respecto a las retribuciones de sus máximos directivos, el presidente, Juan Rodríguez Torres, percibió 254.000 euros, un 4,1% más; y el vicepresidente, Gerardo Kuri, otros 235.000 euros, un 4,4% más. En su conjunto, el consejo ganó 700.000 euros, un 3,5% más.