Apoya la bajada de tipos del BCE y advierte de que pueden ser necesarias más medidas si aumenta el riesgo de deflación
PARÍS, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las economías de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mantendrán el ritmo de recuperación previsto, mientras que la actividad a nivel global se verá ralentizada por el menor ritmo de crecimiento augurado para las economías emergentes, según ha advertido la organización con sede en París en su último informe de perspectivas económicas.
"La economía global continúa expandiéndose a un ritmo moderado, con una cierta aceleración prevista para 2014 y 2015, aunque se han rebajado significativamente las perspectivas globales para este año y el próximo en gran medida por las previsiones más débiles en muchos países emergentes", señala la organización.
De este modo, la OCDE ha confirmado sus pronósticos de mayo para el conjunto de la región con un crecimiento del 1,2% este año y del 2,3% en 2014, que se acelerará al 2,7% en 2015.
Sin embargo, en su pronóstico para el conjunto de la economía mundial, la organización ha recortado sus previsiones como consecuencia de la desaceleración prevista en varios países emergentes, hasta el 2,7% en 2013 y el 3,6% en 2014, mientras que en 2015 el crecimiento global será del 3,9%.
En el caso de EEUU, la OCDE prevé que una expansión del PIB del 1,7% este año y del 2,9% en 2014, frente al anterior pronóstico del 1,9% y el 2,8% respectivamente, mientras que para 2015 augura un crecimiento del 3,4%.
Respecto a la economía de la zona euro, los nuevos pronósticos de la OCDE auguran una contracción de la actividad del 0,4% este año, dos décimas menos de la caída prevista en mayo, mientras que para 2014 espera un crecimiento del 1%, una décima menos que su anterior pronóstico, que se acelerará al 1,6% en 2015.
Por su parte, el Producto Interior Bruto (PIB) de Japón registrará una expansión del 1,8% este año, dos décimas más de lo anticipado en mayo, mientras que en 2014 el crecimiento será del 1,5%, una décima más de lo augurado anteriormente, aunque para 2015 la actividad se ralentizará al 1%.
"La recuperación es real, pero a una baja velocidad, y puede haber turbulencias en el horizonte", dijo el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, durante la presentación del informe en París.
"Existe el riesgo de una nueva crisis política en EEUU y también de que el comienzo de la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal podría provocar una nueva fase de estabilidad", añadió.
DESACELERACIÓN EN LOS EMERGENTES.
A pesar de confirmar sus expectativas de recuperación para el conjunto de los miembros de la organización, la OCDE ha advertido del lastre para el crecimiento de la economía global que representa la desaceleración detectada en algunas economías emergentes.
"Una desaceleración más fuerte en las economías emergentes rebajaría el crecimiento en las economias avanzadas, especialmente en Europa y Japón", señaló el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan.
En este sentido, el economista italiano señaló que, al margen de elementos demográficos y otros relacionados con la cada vez menor brecha de ingresos respecto a las economías avanzadas, también hay factores estructurales que se han visto disimulados por la entrada de flujos de capital y el crecimiento del crédito.
"A pesar de que las economías emergentes e encuentran en una posición más fuerte que en el pasado para resistir sacudidas, deben acelerar las reformas para afrontar estas fragilidades", añadió Padoan.
BANCOS CENTRALES
Por otro lado, el informe de la OCDE recomienda a la Reserva Federal de EEUU (Fed) que mantenga una política monetaria acomodaticia, aunque propone que la entidad lleve a cabo una retirada gradual de sus estímulos, mientras que expresa su apoyo a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el mínimo histórico del 0,25%.
"La OCDE considera que la política monetaria en la OCDE debería mantenerse acomodaticia, aunque propone una retirada gradual de las compras de activos de la Fed para limitar el impacto en las vulnerables economías emergentes", señala la organización.
En el caso del Viejo Continente, el 'Club de los países desarrollados' considera que aún pueden ser necesarias más medidas de relajación monetaria por parte del BCE si se intensificaran los riesgos de deflación.