MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La facturación del sector de grandes superficies de bricolaje en España disminuyó un 1,4% en 2020, hasta los 4.010 millones de euros, mientras que en Portugal se observó un comportamiento más favorable, contabilizándose un crecimiento del 5,1%, hasta los 1.125 millones.
En ambos países destacó el fuerte dinamismo de las ventas a través de Internet, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, filial de CESCE.
Así, la actividad del sector ibérico de venta al por menor de artículos de bricolaje se vio afectada en 2020 por las medidas decretadas para hacer frente a la pandemia de la Covid-19, si bien al cierre del año logró mantener las ventas registradas en 2019.
El volumen de negocio agregado de las grandes superficies especializadas en España y Portugal se situó en dicho ejercicio en 5.135 millones de euros, cifra similar a la contabilizada en 2019, año en el que había registrado un crecimiento del 7,8%.
Las previsiones indican una tendencia al alza de las ventas a corto y medio plazo. Así, se estima una facturación de 5.440 millones de euros al cierre de 2021, lo que supone un aumento interanual del 5,9%.
Según el análisis, el crecimiento de los ingresos se mantendrá previsiblemente en el bienio 2022-2023.
El estudio apunta que la rentabilidad del sector tenderá a aumentar a corto plazo. No obstante, el ascenso de los costes de aprovisionamiento, energéticos y logísticos constituye una amenaza para los operadores, destacando asimismo la fuerte competencia procedente de otros canales de venta.
En septiembre de este año operaban en el mercado ibérico unas 530 tiendas de artículos de bricolaje con una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados, de las cuales cerca de 350 se localizaban en España y el resto en Portugal.
Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía y Galicia son las comunidades autónomas con una mayor oferta de establecimientos en España, reuniendo casi el 65% del total, en tanto que los distritos de Lisboa, Oporto y Braga albergan el 40% de los centros con actividad en Portugal.
Según DBK, los estrechos márgenes comerciales han favorecido la integración de algunos operadores en grupos de mayor tamaño, así como procesos de reestructuración de algunas redes de puntos de venta, motivando un aumento del grado de concentración de la oferta en el sector.