MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
S&P Global ha mantenido la nota de Boeing como emisor a largo plazo en 'BBB-' y a corto plazo en 'A-3', al tiempo que ha decidido revisar la perspectiva a 'negativa' desde 'estable' como consecuencia de la crisis de seguridad que vive el fabricante tras el incidente aéreo del pasado 5 de enero, según ha indicado este jueves en un comunicado.
La agencia crediticia ha decidido rebajar la perspectiva para reflejar el aumento de probabilidad de que el fabricante aeronáutico sufra nuevos retrasos en la recuperación prevista de su flujo de caja y sus ratios de crédito hasta niveles que considera "coherentes con su calificación", principalmente en relación con su producción y entregas de aviones comerciales.
"La empresa se enfrenta a una mayor incertidumbre en la producción, especialmente relacionada con los problemas de calidad que afectan a sus aviones 737 MAX, además de estar pendiente de cambios clave en su cúpula directiva", ha añadido S&P Global.
Asimismo, Boeing está en conversaciones para adquirir Spirit AeroSystems, lo que, de completarse, aumentaría sus niveles de endeudamiento, según S&P, aunque ha señalado que "la reintegración de este proveedor probablemente mejoraría la calidad del producto a largo plazo".
En cuanto a las previsiones futuras, la agencia espera que la producción del 737 MAX se acerque a los 38 aviones al mes hacia finales de año, de acuerdo con las previsiones de Boeing, mientras que prevé un flujo de caja operativo libre de un dígito bajo este año y de un dígito medio en 2025.
Esta calificación sucede un día después de que Boeing comunicará sus resultados del primer trimestre, en los que redujo sus pérdidas netas un 16,4%, hasta los 355 millones de dólares (332 millones de euros), pero con una caída del 8% en sus ingresos, alcanzando los 16.569 millones de dólares (15.506,6 millones de euros).