MADRID, 26 Ene. (EDIZIONES) -
La victoria de Syriza en las elecciones parlamentarias griegas abre un nuevo periodo de incertidumbre en los mercados. Mucho se ha hablado en las últimas fechas sobre su propuesta de reestructurar la deuda del país heleno y de abandonar la senda de la austeridad, de las consecuencias que esto podría tener y de la posibilidad de que otros países, como España, tomen el camino abierto por la formación de Alexis Tsipras. A continuación presentamos algunos análisis sobre este nuevo escenario en la eurozona.
El director de renta variable europea de Fidelity, Paras Anand, señala que hay razones para creer que el impacto para los inversores europeos, e incluso para el crecimiento económico de toda la región, "puede ser más modesto de lo que se temía".
En la misma línea, destaca que Syriza ha manifestado repetidamente su deseo de permanecer en la moneda única y que, aunque esto "no se encuentre garantizado", lo que puede tener potencial atracción para otros estados miembros será la determinación de hacer frente a los intereses creados y las medidas drásticas que se tomen contra la corrupción y la economía sumergida.
Además, destaca que "el énfasis de los acreedores clave de la eurozona ya ha pasado de la austeridad y la reforma", por lo que Syriza "puede encontrar mayor soporte de los principales partidos europeos de lo que su etiqueta de radical sugería".
POCA POSIBILIDAD DE CONTAGIO
Sobre la posibilidad de contagio a otros países de la periferia, Anand rebate que el núcleo de la agenda política de Syriza se quedará "corto", por lo que minimiza este aspecto. Asimismo, quita importancia al hecho de que los retos a los que se enfrenta Grecia representen un desafío para toda la región.
En relación a esto último, Bank of America Merrill Lynch sentencia que será "extremadamente difícil" ver algún contagio en el resto del continente. Así, resalta que el efecto desplazamiento que ha apoyado al mercado de renta variable no va a verse afectado por los acontecimientos de Grecia.
Sin embargo, la entidad asegura que si Tsipras, nuevo primer ministro griego, consigue pactar concesiones significativas con la Troika, aumentará la capacidad de otros partidos, como Podemos en España, para ganar apoyos. Por ello, insta a los distintos países europeos a mantener conversaciones rígidas con Grecia los próximos meses. En cualquier caso, Merrill Lynch confirma su optimismo para 2016.
Por otro lado, el experto del banco privado suizo Julius Baer, Marcus Allenspach, recuerda que además de negocia las condiciones del último tramo del rescate, el nuevo Gobierno planteará a Bruselas la necesidad de reestructurar su deuda.
En este sentido, el analista afirma que esta negociación no pasará sin perturbaciones y amenazas desde los dos lados, pero que no contempla una desestabilización del mercado de deuda pública europea.
Con respecto a su influencia sobre 'commodities', Allenspach subraya que el impacto de las elecciones sobre el precio del oro es incierto, pero asegura que se mantendrá al alza en el corto plazo, para cambiar su perspectiva en el medio y en el largo plazo.
EL COLCHÓN DEL BCE
Por su parte, los analistas de Citi reconocen que se abre un "difícil" periodo de negociaciones entre el nuevo Gobierno y Bruselas sobre un nuevo programa de ayuda que "podría llevar meses", por lo que prevé cierta volatilidad en los mercados.
No obstante, destacan que el lanzamiento del programa de compra de activos o QE por parte del BCE disminuye los riesgos y recuerda que "es el banco central el que dirige la situación". A pesar de esto, reconoce que la victoria de Syriza puede conllevar nuevas preocupaciones a la eurozona.
En cualquier caso, apunta que los mercados, y probablemente las agencias de calificación, se centrarán en conocer la formulación final de las políticas del nuevo Gobierno, su estructura, los resultados de las negociaciones y sus efectos en otros países.
COALICIÓN CON GRIEGOS INDEPENDIENTES
Por último, Goldman Sachs analiza que, según las informaciones, Syriza formará Gobierno con el apoyo de los conservadores de Griegos Independientes, un partido con el que comparten el fin de las políticas de austeridad, una modificación de las relaciones del país con Europa, libre de la Troika, y un desahogo de la deuda.
Aún así, la entidad asegura que será difícil conseguir estos tres objetivos, y que esto podría provocar un "colapso" en la popularidad de ambos partidos.
Además, Goldman Sachs resalta que, mientras que es posible que el Eurogrupo quizá acepte algunas de las demandas de Grecia, como una reducción de la deuda, es "muy improbable" que se abandonen las negociaciones, las reformas y la consolidación fiscal.