MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado este miércoles que el acuerdo de libre comercio que están negociando la UE y Estados Unidos (TTIP, por sus siglas en inglés) no conllevará ninguna reducción ni de los estándares de calidad medioambiental o laboral europeos ni del nivel de protección a los consumidores.
La diputada de Amaiur Maite Ariztegui ha interpelado a la ministra en el Pleno del Congreso sobre su postura en relación a las consecuencias del TTIP, que la izquierda abertzale rechaza por suponer "un golpe de estado, un jaque mate, al sector agrario y a la clase trabajadora".
"El objetivo de la negociación para la Comisión Europea (CE) es que el acuerdo promueva altos niveles de protección medioambiental y de los consumidores, y conseguir un crecimiento del comercio y las inversiones sin reducir los estándares de las políticas medioambientales ni de cuestiones de vital importancia como el empleo o el desarrollo sostenible", ha recordado la ministra.
En ese sentido, ha asegurado que ningún acuerdo de comercio internacionales ya en vigor ha "puesto en entredicho" ninguno de los estándares europeos, y que tampoco sucederá esta vez, ya que "la idea general es crear mecanismos que faciliten los intercambios comerciales mediante una cooperación regulatoria que evite en la medida de lo posible las divergencias para evitar crear nuevas barreras comerciales, que no protectoras".
CON LOS MISMOS OBJETIVOS
Tejerina ha recordado en este sentido que la propia comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, aseguró en sede parlamentaria hace pocas semanas que sólo se negociarán los temas donde la UE y Estados Unidos tengan "los mismos objetivos". "No se puede decir de una manera más clara. Apoyar un acuerdo amplio y ambicioso no significa apoyar cualquier acuerdo", ha insistido la ministra.
A renglón seguido, ha recordado que en su ámbito de responsabilidad los tres pilares sobre los que se está trabajando son una "reducción arancelaria lo más amplia posible", la "eliminación de obstáculos innecesarios para el comercio" mediante la "compatibilización legislativa" y la "reducción de requisitos redundantes" o trámites "excesivamente" lentos y costosos; y la mejora de la protección de las indicaciones geográficas.
"El Gobierno apoya sin ninguna duda las negociaciones de este acuerdo, que puede representar una oportunidad histórica para la economía española, sobre todo para el sector agroalimentario. Hay líneas rojas que no vamos a superar, entre las que se encuentra el mantenimiento del modelo de agricultura europea. Pero tampoco vamos a privar de oportunidades de desarrollo y empleo a un sector que nos lo reclama", ha apostillado.
Y es que la titular de Agricultura ha recordado que el mercado estadounidense es "muy deseado" para los productores agroalimentarios, por lo que conseguir un acuerdo "ambicioso y equilibrado" redundará en más actividad y empleo para este sector. "Ya hay un alto grado de integración entre ambas economías, pero existe todavía un importante potencial de desarrollo", considera, mencionando particularmente las posibilidades de exportación que se derivarán del TTIP.
Por último, la ministra ha puesto de relieve la oportunidad histórica que supone este acuerdo, mucho más amplio que otros negociados con anterioridad gracias al contexto de la crisis, y ha defendido la transparencia con la que se están llevando a cabo las negociaciones.
VENDER EL ALMA POR UN PLATO DE LENTEJAS
Sin embargo, Ariztegui asegura que el acuerdo es "un huracán que amenaza con arrastrar los derechos más fundamentales" y con "acabar con sistema productivo y social" de los europeos, que no podrá soportar la "presión" de las multinacionales americanas, con costes muy inferiores al tener exigencias medioambientales o de salud muy inferiores a los de la UE.
"Se busca conseguir unificar los mercados pero a la baja y en beneficio de las grandes corporaciones. Este acuerdo acabará con la soberanía de los pueblos y la democracia. No es comparable a ningún otro, es el máximo exponente del sistema económico actual: cambiar las leyes para usarlas contra la ciudadanía y a favor de las grandes empresas", ha insistido.
En este punto, ha acusado a los 'populares' de "ser capaces de vender su alma por un plato de lentejas" y de "concebir la vida como un bazar lleno de objetos para el negocio y no como un espacio donde viven personas y no todo vale".
Además, la portavoz de Amaiur ha advertido de que este tratado obligará a una "reconversión brutal" del sistema agroalimentario europeo, ha calificado de "no creíbles" las previsiones de crecimiento y empleo que maneja la UE, y ha recriminado que se esté negociando "en secreto".