MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Thyssenkrupp Steel Europe ha anunciado este lunes las claves de su estrategia industrial de cara al futuro para abordar los desafíos relacionados con el exceso de capacidad y la presión sobre la competitividad de las importaciones baratas, sobre todo de Asia, incluyendo un ajuste del 40% de su plantilla en los próximos años mediante la eliminación de unos 5.000 empleos hasta 2030 y la transferencia de otros 6.000 a proveedores externos.
Según ha dado a conocer la siderúrgica germana, la aplicación del documento de cuestiones clave presentado "irá acompañada de una reducción significativa de puestos de trabajo" y de otras medidas de reducción de los costes relacionados con el personal.
De este modo, Thyssenkrupp Steel Europe calcula que la adaptación prevista de la red de producción de todo el grupo y una racionalización significativa de la administración darán lugar a la pérdida de unos 5.000 puestos de trabajo hasta 2030, mientras que la compañía espera transferir otros 6.000 puestos de trabajo a proveedores de servicios externos.
En el marco de su plan, con un objetivo declarado de evitar despidos por razones operativas, los costes de personal se reducirán en un 10%de media en los próximos años, ajustándolos así a un nivel de costes competitivo.
"Nos adaptaremos a las nuevas condiciones del mercado mediante ajustes de capacidad y reducciones de costes específicos", ha subrayado el consejero delegado de Thyssenkrupp Steel Europe, Dennis Grimm, para quien es necesaria una "optimización y racionalización integral" de la red de producción y de los procesos.
"Somos conscientes de que este camino exigirá mucho a muchas personas, sobre todo porque tendremos que suprimir un gran número de puestos de trabajo en los próximos años para ser más competitivos", ha señalado el máximo ejecutivo de la siderúrgica, cuya plantilla ronda los 27.000 efectivos.
CLAVES ESTRATÉGICAS.
El ajuste de plantilla ha sido anunciado en el contexto de la presentación por el comité ejecutivo de Thyssenkrupp Steel Europe al comité de estrategia del consejo de supervisión de un documento de cuestiones clave que aborda los planes de la estrategia industrial global de la compañía para el futuro.
En este sentido, la alemana ha indicado que este documento busca dar respuesta a la consolidación de los cambios fundamentales y estructurales en el mercado europeo del acero y en los mercados clave de clientes y de destino, señalando que el exceso de capacidad y el consiguiente aumento de las importaciones baratas, sobre todo de Asia, "están ejerciendo una presión considerable sobre la competitividad".
Además, la empresa considera necesarias "medidas urgentes" para mejorar la productividad y la eficiencia operativa de Thyssenkrupp Steel y alcanzar un nivel de costes competitivo.
De este modo, la empresa espera desarrollar en las próximas semanas este documento de cuestiones clave en el marco de un diálogo con los órganos de supervisión y los representantes de los trabajadores.
REDUCIR CAPACIDAD.
En este sentido, uno de los aspectos clave contemplados prevé reducir la capacidad de producción de la empresa desde los 11,5 millones de toneladas actuales a un nivel de producción objetivo de entre 8,7 y 9 millones de toneladas en función de las condiciones del mercado, adaptando así la capacidad a las expectativas futuras del mercado.
En este escenario, la empresa ha indicado que la segregación de Hüttenwerke Krupp Mannesmann (HKM) sigue siendo un elemento clave en la necesaria reducción de la capacidad y, si bien el objetivo principal es vender las acciones de HKM, si no fuera posible, Thyssenkrupp Steel mantendrá conversaciones con los demás accionistas sobre escenarios de cierre mutuamente aceptables para el negocio, mientras que ha indicado que se cerrará la planta de procesamiento en Kreuztal-Eichen (Alemania).
En paralelo con las medidas de ajuste, Thyssenkrupp ha expresado su disposición para seguir impulsando el proceso de independencia del negocio siderúrgico, del que ya ha vendido el 20% de las acciones al grupo checo EP con el objetivo de aumentar la participación al 50%.
"Con el reajuste estructural estratégico y a largo plazo, haremos que Thyssenkrupp Steel esté preparada para el futuro a largo plazo", ha afirmado Marie Jaroni, directora de Transformación de Thyssenkrupp Steel, añadiendo que la empresa todavía tiene que mejorar en términos de eficiencia operativa y rentabilidad "en áreas competitivas clave".
"Necesitamos cerrar estas brechas si queremos mirar hacia un futuro positivo. Esto es aún más importante, porque queremos impulsar sistemáticamente la transformación verde", ha añadido la ejecutiva, subrayando que la implementación del concepto presentado este lunes será decisiva para la competitividad de la empresa y, por lo tanto, para el futuro de la compañía.
PÉRDIDAS.
La semana pasada, Thyssenkrupp anunció que había registrado pérdidas de 1.400 millones de euros al cierre de su año fiscal, lo que supone reducir en un 30% los 'números rojos' de alrededor de 2.000 millones de euros del ejercicio precedente, tras asumir un impacto adverso de 1.200 millones por el deterioro del valor de sus activos, principalmente el negocio siderúrgico en Europa ('Steel Europe').
En concreto, la compañía precisó que la mayoría de este impacto adverso, alrededor de 1.000 millones de euros, fue contabilizado en el ejercicio por Steel Europe, así como por Material Services y Automotive Technology.
Además, Thyssenkrupp señaló el impacto de otros gastos por importe de unos 270 millones de euros por las medidas de reestructuración necesarias en Automotive Technology, Decarbon Technologies y Material Services, especialmente.
De su lado, en el conjunto del ejercicio la alemana contabilizó pedidos por importe de 32.800 millones de euros, un 11,6% por debajo de la cifra del año anterior, mientras que la facturación disminuyó un 6,7%, hasta 35.000 millones.
En este sentido, señaló una demanda significativamente más débil de industrias clientes clave, como la automotriz, la ingeniería y la construcción, lo que tuvo un impacto negativo en los principales indicadores financieros del grupo y se hizo evidente por la disminución de la entrada de pedidos.
De este modo, ante los actuales desafíos macroeconómicos, Thyssenkrupp asumió que en el ejercicio fiscal en curso logrará aumentar sus ventas entre un 0% y un 3%, mientras que espera un Ebit ajustado de entre 600 y 1.000 millones de euros, frente a los 567 millones del último ejercicio.
Asimismo, Thyssenkrupp espera que el flujo de caja libre antes de fusiones y adquisiciones se sitúe entre -400 y -200 millones de euros, incluyendo alrededor de 250 millones de euros en salidas de efectivo por reestructuraciones y mayores inversiones en comparación con el año anterior.
En cuanto al resultado neto, la empresa espera la vuelta a los 'números negros' con una mejora hasta una horquilla de entre 100 y 500 millones de euros.