Un 65% utiliza habitualmente su tarjeta contactless
MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un 31,5% de los españoles de entre 24 y 55 años y con ingresos regulares utilizó su teléfono móvil para realizar los pagos de sus compras de forma habitual el pasado año, después de experimentar un aumento del 20% en los últimos dos años.
Así se desprende del barómetro de pagos digitales de Mastercard, realizado por Inmark Europa a partir de 1.261 entrevistas llevadas a cabo entre el 16 de noviembre y el 5 de diciembre de 2018, que refleja que casi el 78% de los españoles conoce algún método de pago móvil.
Este crecimiento en el conocimiento que tienen los usuarios de las nuevas tecnologías de pago viene acompañado del aumento que ha experimentado la penetración de la biometría en el pago móvil, que creció un 30% en cuanto a su uso como método de autenticación y que también sirve para los pagos móviles.
En paralelo, el 65% de los consumidores ya utiliza su tarjeta contactless de forma habitual y ha sido la opción preferida para dos de cada tres usuarios en los últimos meses, cuyo uso ha aumentado un 89,5% desde 2015.
De hecho, según este barómetro, un 53% de los encuestados afirma que, si en todas las tiendas físicas se aceptasen los pagos con tecnología contactless, optaría por el pago con este tipo de tarjeta, mientras que un 33% de ellos elegiría hacerlo con su dispositivo móvil.
COMPRAS 'ONLINE'
También la tendencia a realizar las compras 'online' ha aumentado en los últimos años, hasta el punto de que una tercera parte de los encuestados afirma hacer compras por Internet al menos una vez por semana, de los cuales un 24,5% lo ha hecho a través del móvil.
La directora general de Mastercard España, Paloma Real, destaca la importancia que tiene el conocimiento de estos pagos digitales pese a que admite que "continúa habiendo una brecha importante entre el conocimiento que se tiene de la existencia de determinados tipos de pago y su uso".
No obstante, resalta que "cada vez hay más conciencia de su utilidad y conveniencia", por lo que insiste en la necesidad de trabajar para que la infraestructura "no sólo sea segura y cómoda para los usuarios, sino para educar en los beneficios y ventajas que estos nuevos métodos de pago ofrecen y los usuarios se sientan cómodos con ellos en su día a día".