Willis (Sage) destaca el impacto "global" de las medidas de sostenibilidad y confía en el buen uso de la IA

   MADRID, 29 Abr. (Portaltic/EP) -

   Las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan el grueso de las empresas a nivel global, tienen la capacidad de liderar prácticas empresariales y digitales responsables, así como de contribuir al impacto positivo global, lo que sugiere que "las medidas que sean capaces de tomar en materia de sostenibilidad repercuten de forma global".

   Así lo ha planteado, en una entrevista concedida a Europa Press, la vicepresidenta de la Fundación Sage, Cadence Willis, quien también ha abordado el papel que tiene la tecnología en la estrategia de este tipo de organizaciones y se ha mostrado confiada en el buen uso de la Inteligencia Artificial (IA) por parte de estas compañías.

   Estas reflexiones parten de un reciente informe de la firma titulado 'COP28: Por qué los informes de sostenibilidad son importantes para su pequeña empresa', que pone de manifiesto una "desconexión" entre las intenciones de este tipo de organizaciones de ser más sostenibles y su capacidad de informar sobre su progreso en el impacto medioambiental de sus actividades empresariales.

   El análisis apunta a que el 83 por ciento de las pymes da prioridad a las estrategias de sostenibilidad empresarial, pero solo el 8 por ciento informa de su impacto por falta de conocimientos y de fondos a la hora de presentar documentos medioambientales válidos.

   Partiendo de que las pymes suponen el 90 por ciento de todas las empresas a nivel mundial y que lo que estas hagan en términos de sostenibilidad repercute a nivel global, Sage cree en la necesidad de eliminar las barreras a la hora de presentar informes relacionados con este ámbito.

EL 83% DE LAS PYMES DA PRIORIDAD A LA SOSTENIBILIDAD

   Actualmente, el 83 por ciento de las pymes de todo el mundo dan prioridad a la sostenibilidad, pero solo el 8 por ciento informa sobre su impacto. Esta situación se da por dos motivos: uno de ellos es el alto coste inicial de hacer estos informes, así como los complejos estándares para su presentación, según el 77 por ciento de las pymes encuestadas para este análisis; mientras que el otro guarda relación con la tecnología, ya que un 63 por ciento de las sondeadas considera que contar con las herramientas digitales adecuadas para informar sobre su impacto en la sostenibilidad les facilitaría realizar estos informes.

   Debido a que "las pymes tienen la capacidad de liderar prácticas empresariales y digitales responsables", todas ellas pueden convertirse "en un gigante sostenible, gracias a la suma de muchos pequeños esfuerzos" que puede generar un gran cambio, añade Willis.

   Una de las opciones que presenta Sage para lograr esa transformación y que busca ayudar a derribar estas barreras a las pymes es Sage Earth, una calculadora de huella de carbono que utiliza los datos contables para calcular las emisiones e impulsar medidas de reducción. Esta se puede utilizar para obtener una imagen clara de lo que cada empresa debe hacer para alcanzar sus objetivos y el coste real que supone.

   La firma, no obstante, es consciente de que formar parte en la lucha contra el cambio climático no siempre es algo sencillo para las pymes, ya que muchas de ellas centran sus esfuerzos en "mantener a flote sus negocios" y se enfrentan a una serie de limitaciones debido a su falta de recursos, tiempo y personal.

SEGUIR MEJORANDO EN MATERIA DE SOSTENIBILIDAD

   Con la realización de este informe, Sage ha verificado que las empresas de estas características "están haciendo los deberes" en cuanto a sostenibilidad, ya que una de cada cinco (el 18%) de ellas ya cuenta con un sistema de medición de su impacto medioambiental, con el que, además, se sienten satisfechas.

   El 36 por ciento, además, afirma haber avanzado mucho en su medición, aunque considera que debe seguir mejorando en este aspecto, algo que se puede deber a factores como la complejidad de la normativa de información medioambiental.

CONFIANZA EN LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

   La vicepresidenta de la Fundación Sage cree en el uso de la "tecnología para el bien", algo que también ha calado en las empresas pequeñas y medianas, debido a que cada vez son más las que están empezando a utilizar herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para garantizar su eficiencia y ser más productivas en sus procesos.

   En este sentido, la firma mantiene que es esencial que las pymes confíen en estas soluciones, para lo que también son necesarias una inversión adecuada y una serie de medidas de seguridad. Gracias a estos factores, la IA puede ofrecer resultados mejores y reales, sin sesgos perjudiciales para los usuarios.

   "Los usuarios solo aprovecharán esta tecnología si confían en que puede realizar sus tareas de forma segura, eficiente y competente", ha explicado la directiva, que ha hablado de Sage Copilot, su IA generativa para pymes, una herramienta desarrollada bajo la máxima de 'sostenibilidad por diseño' de la empresa.

   Esta solución combina las técnicas más actuales para guiar a los usuarios en la adopción segura de la IA generativa en sus flujos de trabajo empresariales. Con fuentes de datos verificables y aprovechando la capacidad explicativa de la tecnología, busca proporcionar respuestas de máxima calidad a los usuarios para ayudarles a ser más competentes.

   Es con herramientas como esta como la empresa demuestra su apuesta por la IA como factor transformador en la sociedad que, si bien puede tener efectos negativos, se debe utilizar como catalizador del 'Tech for Good' "para dejar un mundo mejor de lo que encontramos", tal y como ha comentado la vicepresidenta de la Fundación Sage.

   No obstante, para poner en común estos esfuerzos, ha insistido en que es necesario el trabajo colectivo para impulsar un ecosistema de actores diversos, "que involucre a empresas, emprendedores, organismos nacionales e internacionales y, por supuesto, a pymes".

   "Nuestro propósito en Sage es derribar barreras para que todo el mundo pueda prosperar, y esto pasa por ayudar a crear un mundo, y un sector tecnológico en particular más inclusivo, más eficiente, más ético y más confiable. Jugando un papel importante a la hora de garantizar que la tecnología se utiliza de forma ética y de asegurar que las próximas generaciones cuentan con las habilidades necesarias para acceder, y ayudar a construir, una economía digital inclusiva", ha añadido Willis.