NUEVA YORK, 21 Sep. (EUROPA PRESS/Emilio López Romero) -
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado en Nueva York que es igual de progresista subir o bajar impuestos siempre que haya una finalidad concreta y que por tanto el debate sobre la imposición fiscal "no tiene color ideológico" y ha defendido la imposición de una tasa a las transacciones financieras internacionales para financiar el desarrollo.
"Un gobierno progresista puede bajar impuestos o establecer nuevas figuras impositivas en función de las circunstancias", ha dicho Zapatero durante su intervención en la Universidad de Columbia, en la que ha subrayado que el debate sobre la imposición fiscal no tiene necesariamente color ideológico. "Yo lo veo como un instrumento para un fin", dijo.
De esta forma, ha reiterado que subir impuestos "puede ser una opción útil y progresista y bajarlos también". "No tengo una visión dogmática y si algo enseña la tarea de gobierno, y más afrontando una crisis como la que hemos tenido, es que las posiciones fundamentalistas normalmente conducen al fracaso", ha añadido.
Zapatero fue muy claro. Sin financiación no es posible acabar con la miseria extrema y la pobreza lacerante, y además no es suficiente con las ayudas de los gobiernos y la solidaridad de los ciudadanos. "Una tasa estable y duradera que grave las transacciones financieras sería muy eficaz aunque el gravamen fuera pequeño", ha indicado.
SISTEMA DE INGRESOS GLOBALES
Al igual que ya hizo ante el pleno de la Asamblea General de la ONU, Zapatero ha insistido en la necesidad de contar con instrumentos de financiación complementaria de los objetivos del milenio. "Si los desafíos son globales, si la responsabilidad de lo que nos pasa es global, si hay que articular una gobernanza global, es necesario contar con un sistema de ingresos globales", ha apostillado.
Para el presidente no hay un objetivo más ambicioso y noble que luchar para erradicar la pobreza extrema y el hambre y la miseria lacerante, y ha defendido para ello el establecimiento de un nuevo orden económico mundial que proponga un mejor equilibrio entre el mercado y la regulación y la supervisión pública.
Zapatero ha dicho que una de las lecciones de la crisis es que la desregulación de los últimos años propició que los mercados se comportasen de forma "perniciosa". "Los mercados pueden ser ciegos ante los desequilibrios", ha señalado el presidente, quien ha añadido que cuando están "abandonados a su suerte" pueden representar una "seria amenaza" a los intereses generales.
"El nuevo orden económico mundial debe marcarse como objetivos la búsqueda de un crecimiento estable, medioambientalmente sostenible y globalmente equilibrado e inclusivo", ha indicado el jefe del Ejecutivo en presencia del premio Nobel Joseph Stiglitz y más de un centenar de estudiantes reunidos en la impresionante biblioteca de la universidad.
El presidente ha concluido diciendo que si el crecimiento sigue marginando a grandes franjas de la población mundial seguirá habiendo "inestabilidad y conflictos" y reiteró que la consecución de los objetivos del milenio no deben ser un desiderátum moral o un imperativo ético. "Hemos de concebirlos como un elemento estructural del nuevo orden económico", ha remarcado.