MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pronosticó hoy que la inflación se situará por debajo del 2 por ciento a finales de este año y que será "como mucho del 1 por ciento en 2009", y afirmó que gracias a la baja inflación el Ejecutivo podrá acometer sus grandes planes de inversión pública.
En una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press, admitió que los datos económicos de 2009 "van a ser malos, y en el primer semestre con toda seguridad", pero confió en que las expectativas --"fundamentales" en economía-- empiecen a mejorar y que en el segundo semestre "empiece a haber algún dato de recuperación".
"Vamos a pasar unos trimestres malos pero tenemos el horizonte de una recuperación cierta y sólida", añadió, insistiendo en que la fortaleza de las cuentas públicas permitirá mejorar la protección social de los desempleados si es necesario y que, además, ha hecho posible programar para 2009 una inversión pública de 33.000 millones de euros.
RITMO DE CRUCERO EN MARZO O ABRIL
Sobre este punto, dijo que la inversión en obra pública alcanzará su "ritmo de crucero" en marzo o abril y ello creará empleos que ayudarán a compensar, aunque sólo en parte, el aumento del paro en otros sectores: "Vamos a seguir perdiendo (empleos) en el sector de la construcción, quiero matizarlo", afirmó.
No obstante, no quiso pronosticar cuál será la tasa de paro argumentando que en los últimos meses han fallado todas las previsiones sobre el precio del petróleo o la inflación y sólo dijo que su objetivo es que la tasa de paro "evolucione favorablemente".
El jefe del Ejecutivo dijo no prever conflictividad social, gracias a la actitud constructiva de los sindicatos y a que el gobierno se ha comprometido a no recortar prestaciones sociales.
Ante la situación de crisis, Zapatero argumentó que él usó la palabra "crisis" cuando realmente la hubo y no de manera "prematura" como otros e insistió en que hace unos meses nadie podía predecir que estaríamos en situación de "recesión global", como demostraban las previsiones de los organismos financieros.
Por otro lado, pidió "paciencia" para que las medidas de apoyo al sector financiero se trasladen a la economía real y explicó que para que aumente el crédito es necesario que "el sistema financiero mundial se relaje". En todo caso, aseguró que el Gobierno será "exigente" con los bancos y presentará incentivos, de modo que en las dos próximas subastas del fondo de activos financieros un 25 por ciento del importe total se reservará a los que hayan dado más crédito individualmente.
CONVENCIDO DEL FIN DE LOS PARAÍSOS FISCALES
A su juicio, la crisis de confianza que se ha instalado entre los bancos ha sido respondida por el Gobierno, con sus medidas de "financiación, no subvención" al sistema financiero. En todo caso, subrayó que todo el mundo se ha aprendido que de la crisis no se saldrá con "autorregulación" porque lo que ha provocado la crisis fue dejar que los mercados funcionaran a su aire.
Además, afirmó que "hay que eliminar" los paraísos fiscales y se mostró convencido de que "más tarde o más temprano" habrá una norma internacional que "vaya eliminándolos". No obstante, advirtió de que tan importante como esto es lograr una nueva supervisión para el sistema financiero.