OSLO, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha supeditado los cambios fiscales que introducirá el Gobierno el próximo año al diálogo con los grupos parlamentarios sobre las cuentas públicas de 2011.
Durante una rueda de prensa en Oslo con el primer ministro de Noruega, el jefe del Ejecutivo aseguró que hasta que el Gobierno no cuente con un "diálogo político presupuestario definido", no hará "ningún movimiento, ningún compromiso y ningún anuncio" sobre política fiscal.
"Estamos en la fase de diálogo político con los grupos, cuando esté madura será el momento, por razones lógicas, porque necesitamos contar con consenso", subrayó el jefe del Ejecutivo, quien insistió en que, en todo caso, los cambios en materia fiscal serán "muy limitados".
En cuanto a la reforma laboral, Zapatero dijo que responde a una necesidad, como es que las empresas españolas sean "más flexibles" para que se puedan adaptarse mejor a las circunstancias económicas de un momento o de un sector y, por ello, indicó que se ha facilitado la reducción de jornada y de salarios, al tiempo que se ha estimulado la contratación indefinida, por dos vías, por reducir los costes para el empresario y por ampliar las posibilidades del contrato de fomento del trabajo.
Sobre los resultados que está dando la misma, indicó que es preciso esperar unos meses para que se pongan en funcionamiento "todas las posibilidades" de la reforma para ver sus resultados. En cualquier caso, aseguró que dará resultados y que serán positivos, tanto desde el punto de vista de la reducción del desempleo como de la estabilidad.
SE CREARÁ EMPLEO A FINALES DE AÑO O PRINCIPIOS DE 2011.
Así, destacó la moderación del paro de los últimos meses, tendencia que, según dijo, se mantendrá en los próximos meses, por lo que afirmó que a finales de este año o principios del próximo se estará creando empleo, aunque siempre en "términos moderados".
Zapatero defendió también la reforma de pensiones, que pretende remitir al Parlamento antes de que acabe el año, una vez que la Comisión del Pacto de Toledo remita su informe al Gobierno. Dicho proyecto de ley, añadió el jefe del Ejecutivo, tendrá en cuenta la esperanza de vida de los españoles --la segunda más alta después de los japoneses, recordó-- y la necesidad de contar con unas pensiones mejores en el futuro.
"Es bastante evidente que para tener pensiones mejores, que lleguen a todos, teniendo en cuenta la pirámide poblacional y pensando en el futuro, debemos tener un tiempo de vida laboral suficiente para quienes se vayan a jubilar en diez años tengan sin problemas una buenas pensiones", subrayó.
SE HARÁ LA REFORMA DE PENSIONES.
En este sentido, apuntó que si un Gobierno sabe que dentro de diez o quince años, el sistema de pensiones, "la columna" del estado de bienestar, puede tener problemas, debe actuar. "Y vamos a hacerlo", insistió Zapatero, quien apostó por que el Ejecutivo sea anticipe a lo que pueda suceder de aquí a los próximos diez años. "No será fácil, pero como es necesaria, la vamos a hacer", enfatizó.
Junto con la reforma de pensiones, defendió también la reforma de las políticas activas de empleo, que deben estar basadas en la empleabilidad y la formación, y la reforma del sistema financiero, del que dijo que ha recuperado la "tranquilidad y confianza" tras la publicación de los test de estrés.
Por su parte, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, destacó que España y Noruega seguirán desarrollando los flujos comerciales tradicionales, pero apostó también por avanzar en alta tecnología y cooperar en satélites y fragatas. "Esta cooperación es importante para la creación de empleo en el futuro", subrayó.