Publicado 13/12/2023 08:15

Alimentacion.- Los metales pesados en los alimentos son más peligrosos para los niños

Archivo - Niña comiendo sushi
Archivo - Niña comiendo sushi - ISTOCK/ HAKASE_ - Archivo

MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

Dos nuevos estudios aportan información sobre la correlación entre la exposición a metales pesados en los alimentos y el riesgo de cánceres y otros riesgos graves para la salud y alertan de que son más peligrosos para los niños.

Los cultivos alimentarios pueden absorber metales pesados del suelo, el aire y el agua contaminados. Como resultado, se encuentran trazas de metales pesados peligrosos --plomo, arsénico y cadmio-- en alimentos comunes, desde arroz y cereales hasta frutos secos y espinacas.

Felicia Wu, científica alimentaria de la Universidad Estatal de Michigan y presidenta entrante del Sequence Read Archive (SRA), de los Institutos de Salud de Estados Unidos, dirige varias investigaciones para comprender mejor los riesgos para la salud de la exposición a metales pesados, que ha presentado en la Conferencia Anual 2023 de la Sociedad de Análisis de Riesgos.

El primero es una evaluación exhaustiva de los riesgos para la salud asociados a la exposición alimentaria al plomo, el arsénico y el cadmio. El segundo es una evaluación cuantitativa del riesgo de cáncer por exposición a arsénico inorgánico.

"Los resultados de estos estudios tienen importantes implicaciones para la normativa sobre seguridad alimentaria, las políticas de salud pública y la sensibilización de los consumidores", afirma Wu.

En el primer estudio, Wu, en colaboración con la investigadora postdoctoral Charitha Gamlath y la estudiante de doctorado Patricia Hsu, recopiló datos sobre la ingesta alimentaria de cada metal a partir de diversas fuentes, como muestras de alimentos y agua y estudios e informes existentes.

Los investigadores analizaron los datos para determinar la fuerza de la asociación entre la exposición dietética y los efectos adversos para la salud. Se tuvieron en cuenta tanto los efectos cancerígenos como los no cancerígenos, así como la fuerza de los vínculos entre la exposición a metales pesados y cada efecto mediante las puntuaciones de los Criterios de Bradford Hill.

El plomo es un metal tóxico que suele encontrarse en pinturas viejas, tuberías de agua y suelos contaminados. Las fuentes alimentarias de plomo incluyen tubérculos como la remolacha.

En el estudio, el plomo mostró puntuaciones de moderado a alto riesgo de causar cáncer de pulmón, riñón, vejiga, estómago y cerebro. También mostró puntuaciones de moderadas a altas en los riesgos no cancerígenos (efectos hematopoyéticos, reproductivos, neurológicos, renales y respiratorios).

El arsénico es un elemento tóxico natural que puede contaminar el agua potable y los alimentos, especialmente en zonas con altos niveles de arsénico en el suelo. Puede encontrarse en el arroz, el trigo y las verduras de hoja verde, entre otros alimentos.

El arsénico mostró puntuaciones de moderadas a altas en cánceres de piel, vejiga, pulmón, riñón e hígado, así como puntuaciones de moderadas a altas para riesgos no cancerígenos (lesiones cutáneas, enfermedades cardiovasculares, efectos inmunológicos, neurológicos, reproductivos, de desarrollo y renales).

El cadmio es un metal tóxico presente en frutos secos, patatas, semillas, granos de cereales, verduras de hoja verde y humo de tabaco. Entre sus fuentes en el medio ambiente se encuentran los fertilizantes y las emisiones industriales.

En el estudio, el cadmio reveló puntuaciones de moderadas a altas de riesgo de cáncer de próstata, renal, vejiga, mama, páncreas y endometrio. También mostró puntuaciones de moderadas a altas para los riesgos no cancerígenos (efectos renales, sobre el desarrollo, reproductivos, inmunológicos y neurológicos).

A principios de este año, Wu fue coautora de un estudio sobre el cadmio en los alimentos infantiles publicado en 'Food and Chemical Toxicology'. En ese trabajo, los investigadores descubrieron que los bebés y los niños pequeños de 6 meses a 5 años son los más expuestos al cadmio en los alimentos comunes.

Los lactantes y niños pequeños estadounidenses de estos grupos de edad que consumían regularmente arroz, espinacas, avena, cebada, patatas y trigo presentaban exposiciones medias al cadmio superiores al nivel máximo de ingesta tolerable establecido por la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR).

En el segundo estudio, Wu y la estudiante de doctorado Rubait Rahman realizaron una evaluación cuantitativa del riesgo de cáncer en distintos productos alimenticios de Estados Unidos que contienen arsénico inorgánico.

Sus estimaciones preliminares sugieren que cada año pueden atribuirse al consumo de arsénico inorgánico en Estados Unidos más de 6.000 casos adicionales de cáncer de vejiga y pulmón y más de 7.000 casos de cáncer de piel. Los investigadores también descubrieron que ciertos productos alimenticios pueden asociarse a un mayor riesgo de cáncer que otros. Entre ellos se encuentran el arroz, el trigo y las verduras de hoja verde.

Para este proyecto, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de la literatura científica con el fin de identificar estudios relevantes sobre la contaminación por arsénico inorgánico en diversos productos alimenticios y los riesgos de cáncer asociados. Los datos sobre los niveles de arsénico en productos alimentarios se obtuvieron de organismos reguladores, como la FDA y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Se aplicaron modelos cuantitativos de evaluación del riesgo de cáncer para estimar el riesgo de cáncer atribuible a la exposición al arsénico inorgánico a través de diferentes productos alimenticios. Estos modelos integraron datos de exposición, relaciones dosis-respuesta y características de la población para cuantificar la probabilidad de aparición de cáncer.

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