MADRID 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los audios filtrados de la comida que mantuvo en 2009 la ahora ministra de Justicia, Dolores Delgado, con el excomisario en prisión preventiva José Manuel Villarejo, el exmagistrado Baltasar Garzón y otros responsables policiales no han sentado bien entre jueces y fiscales de la Audiencia Nacional y el enfado ha ido a más a medida que se iba revelando el contenido de las conversaciones que se grabaron, según las distintas fuentes consultadas por Europa Press.
Si al principio, cuando se hicieron públicos los audios, había chascarrillos sobre quién sería el 'George Clooney' recién incorporado del que hablaba la entonces fiscal, ahora cunde el malestar por su acusación velada de que jueces y fiscales habrían estado con menores de edad durante un viaje de trabajo a Cartagena de Indias (Colombia). No obstante, las mismas fuentes señalan que en ese comentario no hay base suficiente como para abrir una investigación penal.
De hecho, sería la Audiencia Nacional la competente en hacerlo porque se trataría en su caso de delitos cometidos por españoles en territorio extranjero. Pero como reconocen diversas fuentes, en el audio que ha trascendido Delgado sólo apunta lo que vio en un bar, no señala ningún hecho delictivo y ni siquiera concreta cuándo habría tenido lugar aquel episodio. Sería "muy arriesgado", comenta una de esas fuentes, abrir una investigación por un comentario como ese.
Las fuentes citadas interpretan las palabras de Delgado como una salida de tono en una conversación privada, que nunca debió trascender, y que al publicarse resulta insultante porque mancha a todo el Poder Judicial. Por todo ello, la expresión que repiten jueces y fiscales consultados es que le están "echando mierda encima", convirtiéndose en un "daño colateral" de un ataque contra la ministra.
En este sentido, miembros de la Audiencia consultados por Europa Press inciden en que si bien es habitual relacionarse con policías de mayor o menor rango en el marco del trabajo de instrucción de hechos delictivos, no es tan frecuente llegar a ese nivel de "confianza" en las conversaciones con ellos. Al fin y al cabo, comentan varias fuentes, una cosa es criticar a un jefe entre colegas y otra contarle a terceros 'cotilleos' de los propios compañeros.
"SE VEÍA VENIR"
En todo caso, en la Audiencia también hay quien piensa que "se veía venir" cuando Pedro Sánchez la nombró ministra de Justicia y se plantean si el presidente del Gobierno pidió referencias sobre ella a alguno de sus colegas de trabajo, dentro y fuera de este tribunal.
No hay consenso entre las fuentes consultadas sobre si lo más oportuno ahora sería "dejarlo correr" o que el Consejo General del Poder Judicial saliera en defensa de la honorabilidad de jueces y fiscales. Sí coinciden en el daño que se está haciendo a la imagen de la Justicia española y en la posibilidad de que haya quien lo aproveche para sus propios fines partidistas.
En el Tribunal Supremo, al que pertenecerían los jueces y fiscales señalados por Delgado, el comentario tampoco ha caído bien entre los magistrados, si bien ninguno ha querido expresar abiertamente su posición al respecto.
También puede haber daño, comentan, a quienes hayan hecho algún viaje de ese tipo y no tengan nada que ver, pues insisten en que "no va cualquiera" a esos eventos, y ahora, la filtración ha extendido la "sombra de la duda" sobre todos ellos.