Publicado 25/11/2024 09:16

¿Por qué los astronautas informan que las comidas tienen un sabor diferente en el espacio?

Archivo - Astronautas comen pizza en la Estación Espacial Internacional
Archivo - Astronautas comen pizza en la Estación Espacial Internacional - TWITTER/RANDY BRESNIK - Archivo

   MADRID, 25 Nov. (EDIZIONES) -

    Una nueva investigación de la Universidad RMIT (Australia) ha descubierto que los entornos confinados y aislantes cambiaban la forma en que las personas olían y respondían emocionalmente a ciertos aromas de alimentos. El trabajo se publica en 'Food Research International'.

   El equipo de este estudio comparó las respuestas emocionales de 44 personas y su percepción de ocho aromas alimentarios en dos escenarios ambientales: sentados en sillas reclinadas que imitan la postura de los astronautas en microgravedad; y luego en el entorno confinado de la Estación Espacial Internacional (ISS), que fue simulado para los participantes con gafas de realidad virtual. Los aromas que el equipo probó en los participantes fueron vainilla, almendra, limón, mirto limón, eucalipto, menta, vinagre y limoncillo.

   La investigación se basa en trabajos previos del equipo y tiene como objetivo ayudar a explicar por qué los astronautas informan que las comidas tienen un sabor diferente en el espacio y tienen dificultades para ingerir su ingesta nutricional normal durante misiones largas, lo que se ha informado en las noticias recientemente. El estudio tiene implicaciones más amplias para futuras investigaciones destinadas a mejorar la dieta de las personas aisladas, incluidos los residentes de hogares de ancianos, personalizando los aromas para realzar el sabor de su comida.

   La mayoría de los aromas de los alimentos se percibieron con mayor intensidad en la simulación de realidad virtual. La codirectora, la doctora Julia Low, comenta que el equipo descubrió que la simulación de realidad virtual ofrecía una experiencia inmersiva de un entorno confinado, evocando percepciones más intensas de todos los aromas de alimentos probados, excepto el de limoncillo, que la postura de microgravedad.

    Su compañera del RMIT, la doctora Lisa Newman, codirigió la investigación y la estudiante de doctorado Grace Loke fue la primera autora. "El limoncillo tiene un aroma más floral y terroso, mientras que los otros aromas son picantes, especiados o dulces", plantea Loke. "Esta diferencia en el perfil puede explicar por qué el limoncillo parecía menos intenso en el entorno de realidad virtual en comparación con la postura de microgravedad".

   En un entorno similar a la Tierra, comer era a menudo una actividad social, pero comer en el espacio en misiones largas puede resultar bastante diferente, agrega Low. "Los estudios piloto muestran que pasar 10 minutos en realidad virtual puede inducir sentimientos de confinamiento, lo que resalta la eficacia de la realidad virtual frente a otros métodos como las pantallas inmersivas. Los resultados indican que un entorno remoto y confinado como la ISS y una variación significativa en las sensibilidades personales influyen en la percepción del aroma, haciendo que ciertos alimentos huelan extraño", según la experta.

    Los estudios espaciales a menudo enfatizaron la microgravedad como el principal factor que contribuye al sabor diferente de los alimentos, pero los hallazgos del equipo subrayaron el impacto de los entornos confinados y aislados, cuenta Loke. "Esta investigación abre posibilidades para planes de alimentación personalizados para astronautas y personas que viven solas en la Tierra, mostrando el potencial de la realidad virtual para explorar variaciones en la alimentación cuando estamos estresados", afirma.

    En el entorno de realidad virtual, los participantes que informaron emociones positivas percibieron aromas más fuertes.Por ejemplo, la almendra y el vinagre se volvieron más intensos cuando los participantes estaban felices o experimentaban una emoción positiva, pero si una persona estaba incluso levemente estresada percibía un aroma a vinagre menos intenso, asegura Loke. Este vínculo entre el estrés y el vinagre puede ayudar a explicar por qué a los astronautas les gusta comer ciertos alimentos en microgravedad que normalmente no disfrutan en la Tierra, según Newman.

   Newman adelanta que los estudios futuros combinarían la postura de microgravedad con la experiencia de realidad virtual para los participantes, para simular mejor la experiencia de los astronautas y diseñar planes de alimentación para misiones más largas, incluidos los viajes a Marte. "Nuestros hallazgos sugieren que una simulación con realidad virtual y la postura de microgravedad podría ayudar a entrenar a los astronautas para adaptarse psicológicamente a espacios de alimentación confinados y remotos y personalizar las experiencias de comida para los astronautas, así como para las personas aisladas en la Tierra, para apoyar su bienestar", aporta Newman.

   Low agrega que la investigación fue parte de una serie de estudios pequeños pero impactantes, que brindaron conocimientos fundamentales sobre la importancia de estudiar la variación individual y cómo los humanos reaccionan a la alimentación en entornos más estresantes. "Esta investigación destaca colectivamente el papel fundamental que desempeña nuestro entorno en el gusto y el olfato".

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