ZARAGOZA 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, y la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Dolores Pascual, se han reunido este martes en El Bocal, en la localidad navarra de Fontellas, para poner en común iniciativas de investigación, promoción y divulgación sobre el patrimonio cultural relacionado con el agua.
A la reunión y visita posterior a este espacio, que se encuentra en el inicio del Canal Imperial, han asistido también el director general de Cultura de Navarra, Ignacio Azpeteguía y la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, según ha informado el Ejecutivo autonómico en una nota de prensa.
El objetivo del encuentro ha sido establecer líneas de trabajo conjunto, compartiendo estudios o investigaciones realizadas ya por las tres Administraciones y plantear nuevas propuestas como rutas culturales y naturales que unan ambas Comunidades, con las infraestructuras hidráulicas como hilo conductor.
Entre ellas, destacan el Canal Imperial de Aragón y el Canal de Tauste, como vías de comunicación cultural entre estos territorios de la cuenca y un ejemplo del patrimonio hidráulico que centrará esta acción conjunta.
El Canal Imperial de Aragón, desarrollado en el último tercio del XVIII, es un entorno interesante desde muchos puntos de vista: paisajístico, arquitectónico, histórico e hidráulico, lo que desde 2004 le ha valido la declaración de Bien de Interés Cultural.
EL BOCAL
El Bocal, cuyo significado es "azud o presa que se levanta en un río con el fin de desviar su caudal" constituye el comienzo de un gran proyecto hidráulico, el Canal Imperial.
Las obras de la primera presa, actualmente conocida como 'presa vieja', comenzaron en 1528, por orden del emperador Carlos I (de ahí su nombre como 'Imperial') de la mano de Gil Morlanes, arquitecto y escultor zaragozano.
En esta época se construyó también el Palacio de Carlos V, antigua casa de compuertas de la Acequia Imperial, si bien en el s. XIX sufrió serios daños como consecuencia de una riada y hubo de ser reformado.
En 1770 se inició la construcción de una segunda presa, ya que la primera resultaba insuficiente para dar servicio a las necesidades de la época, bajo las órdenes de don Ramón Pignatelli.
Fue el clérigo aragonés que consiguió sacar adelante todo el proyecto, concluyendo los 102 kilómetro que constituyen el Canal Imperial de Aragón, que riega 28.428 hectáreas.
En 1985 se integró, junto con todo su patrimonio, en la Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo encargado de su gestión en la actualidad.
UN ESPACIO DE VIDA
Uno de esos espacios que componen el legado cultural en torno al agua que ofrece el Ebro y, en concreto, el Canal Imperial, es el poblado de El Bocal.
Este poblado data del último tercio del s. XVIII e incluye todos los elementos para facilitar la tarea y la vida de sus habitantes: una posada junto al embarcadero para los viajeros --ya que el canal era navegable--, una escuela, herrería, lavadero, teatro o la preciosa Iglesia neoclásica dedicada a San Carlos Borromeo.
Además, el Palacio de Carlos V está rodeado de jardines, que incluyen el 'Laberinto Carlos', que supera los 1.700 metros cuadrados. También encontramos un roble de más de 30 metros de altura, probablemente plantado al inicio de las obras, es decir, un ejemplar de más de 500 años de antigüedad, testigo del nacimiento del Canal Imperial.
El entorno de El Bocal se puede visitar de forma libre de viernes a domingo y también, a través de visitas guiadas al poblado que se pueden concertar en elbocal@chebro.es.
CANAL IMPERIAL
El Canal Imperial es un símbolo, un referente hidráulico con una historia que se remonta a un primer proyecto en el siglo XVI, con Fernando el Católico, pero que se hizo realidad con el empeño de Ramón Pignatelli.
También es un referente como representación de la unidad de cuenca, al nacer uniendo dos territorios, Navarra y Aragón, a través de la regulación y el uso del agua.
Junto con el Bocal, existen otros elementos arquitectónicos de interés: almenaras, esclusas, puentes y en Zaragoza, en 1776 la Real Sociedad Económica de Amigos del País promovió la construcción de lo que sería el puerto de Casa Blanca.
El complejo estaba formado por un puerto para el desembarco, varios batanes y molinos, una almenara de desagüe, dos esclusas, dos puentes, una fuente, una iglesia, caballerizas y la Casa de San Carlos, posada vulgarmente conocida en la época como la Casa Blanca. Además, en la zona se encuentra la famosa fuente de Los Incrédulos, monumento neoclásico.
LUGAR DE OCIO
Cuando se abandonó como puerto se reconvirtió en una pequeña central hidroeléctrica en 1894 y la Casa Blanca se convirtió entonces en un mero lugar de esparcimiento, que permitía a los zaragozanos dar un agradable paseo entre arbolado desde las afueras hasta la Puerta del Carmen.
La CHE ha puesto en valor esta zona con la creación en el antiguo molino de Casablanca, del espacio 'Hidro-Lógico' un lugar para la divulgación sobre el agua y su gestión.