MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha pedido cautela ante el "ambicioso liderazgo" que el Gobierno de España quiere asumir para frenar las emisiones contaminantes, al considerar que conllevaría un coste para la industria del país, sin que ello suponga una reducción de la contaminación, que solo se desplazaría a otros países "menos sensibles" a la reducción de emisiones.
En la junta general de accionistas, Brufau ha apuntado al objetivo incluido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), presentado recientemente por el Gobierno, de reducir un tercio todas las toneladas de dióxido de carbono (CO2) en 13 años, lo que multiplica por 2,4 los objetivos planteados por la Unión Europea.
Para el presidente de Repsol, este "ambicioso" proyecto "no es suficiente" para hacer cambiar el sentimiento de otros países, incluido Alemania, que no pretende renunciar al carbón al menos hasta el año 2038. "Cuando pensamos que España tiene que liderar esto, vayamos con cuidado por los costes que puede provocar este liderazgo. No somos tan relevantes en Europa", ha advertido.
En concreto, Brufau se ha referido a que, pese a la sensibilidad de Europa en la lucha contra el cambio climático, hay otros países que tienen otras prioridades, como "el crecimiento económico o sacar de la pobreza a sus ciudadanos", sobre todo teniendo en cuenta que en Europa solo se genera el 10% de las emisiones generadas en todo el mundo, frente al 28% que suponen en China.
Por ello, ha puesto como ejemplo que, si en el esfuerzo por alcanzar los objetivos propuestos por España se deja de producir aluminio en el país pero, al mismo tiempo, se importa de Turquía, "impactaría negativamente en la industria española y de forma favorable a la turca", sin reducirse las emisiones, sino solo trasladándose.