MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Excelencia Clima, Cambio Climático y Sociedad (CLICCS, por sus siglas en inglés), con sede en Hamburgo (Alemania), ha publicado este jueves un nuevo estudio sobre el futuro del clima, que representa el primer intento sistemático de investigar si un futuro climático con cero emisiones netas de carbono no sólo es posible, sino también plausible.
Los autores examinan la plausibilidad desde una perspectiva técnico-económica, pero también en relación con los cambios sociales necesarios para ese futuro. Llegan a la conclusión de que la descarbonización profunda para 2050 no es actualmente plausible: los esfuerzos actuales para lograr la transformación de la sociedad deben ser mucho más ambiciosos.
"Qué futuros climáticos son plausibles no es sólo una cuestión física, sino sobre todo social --afirma el profesor Detlef Stammer, ponente de la CLICCS, de la Universidad de Hamburgo--. En la Perspectiva del Futuro del Clima de Hamburgo investigamos el poder transformador de los procesos sociales y hemos desarrollado un método completamente nuevo para hacerlo. Luego combinaremos los resultados con los hallazgos de las ciencias naturales, lo que nos permitirá acotar, paso a paso, lo que es plausible".
Los factores clave que se están explorando, también denominados impulsores sociales, incluyen: La política climática de las Naciones Unidas, la legislación nacional sobre el clima, las protestas y los movimientos sociales, la desinversión en las industrias de combustibles fósiles y la cobertura mediática.
Lo más importante, señalan, es que ninguno de los diez impulsores sociales evaluados en las Perspectivas parece tener suficiente impulso para alcanzar una descarbonización profunda en 2050. Sin embargo, alcanzar una profunda descarbonización a mediados de siglo es vital para lograr los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París.
Sin embargo, seis de los impulsores podrían fomentar una descarbonización gradual: "La mayoría de los factores que hemos evaluado apoyan sin duda el objetivo de cero emisiones netas. Por ejemplo, el factor 'política climática' se ha visto reforzado por la reincorporación de EE.UU. al Acuerdo de París", explica la profesora Anita Engels, científica social de la Universitt Hamburg y copresidenta de CLICCS.
"Al mismo tiempo --prosigue--, la medida en que las protestas climáticas puedan seguir presionando a los gobiernos después de la COVID-19 será un aspecto importante".
Otro factor crucial es la desinversión en combustibles fósiles. Sin embargo, las empresas suelen operar con ciclos de inversión largos, lo que significa que los efectos sólo se harán patentes más adelante.
Los autores concluyen que, por el momento, no son plausibles ni los escenarios de altas emisiones ni los de bajas emisiones. "Los estudios demuestran que unas emisiones de CO2 muy elevadas pueden producir tremendos costes económicos. Además, las reservas mundiales de carbón son finitas y la energía limpia es cada vez más asequible. Por ello, tanto los gobiernos como las empresas se verán obligados a cambiar de rumbo", afirma el copresidente del CLICCS, el profesor Jochem Marotzke, del Instituto Max Planck de Meteorología.
Sin embargo, aún no disponemos de las tecnologías necesarias para la eliminación rápida y a gran escala del dióxido de carbono de la atmósfera, un requisito esencial para reducir las emisiones a cero.
Los autores tradujeron además estas conclusiones sobre las emisiones plausibles en una evaluación del calentamiento a largo plazo, incorporando las últimas investigaciones sobre cómo afectan las emisiones de CO2 al clima. "Nuestros resultados implican que un calentamiento global de la superficie de menos de 1,7 grados centígrados para el año 2100 no es plausible, pero tampoco lo es un aumento de más de 4,9 grados", apuntan.
Las Perspectivas del Futuro del Clima de Hamburgo llenan un importante vacío. Otros estudios -como el informe especial del IPCC sobre el calentamiento global de 1,5 C y el informe de las Naciones Unidas sobre la brecha de emisiones- también evalúan qué vías podrían alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, pero se centran más en los requisitos técnicos y prácticos.
"La Perspectiva del Futuro del Clima de Hamburgo analiza qué impulsores sociales pueden permitir y motivar el cambio. Usamos este nuevo marco analítico para evaluar sistemáticamente los datos disponibles con respecto a la descarbonización necesaria", dice el profesor Engels.
Y destacan que el enfoque analítico del estudio es único. "En la Perspectiva de Hamburgo sobre el Clima, no analizamos lo que sería necesario, factible o deseable. Estamos analizando qué futuros climáticos son plausibles y cuáles no", dice el profesor Marotzke, uno de los principales colaboradores del próximo informe del IPCC.
"El reto social es mucho mayor de lo que mucha gente puede imaginar --concluye el profesor Stammer--. Como tal, nuestras conclusiones suponen una llamada de atención para la comunidad política y la sociedad en general".