MADRID 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez, que cumple cien días desde que asumió el Ejecutivo, que pase de las "buenas intenciones" a los "hechos" concretos para proteger el medio ambiente como la ley de cambio climático, la demolición del hotel El Algarrobico o la introducción de impuestos verdes para que esta no sea otra "legislatura fallida".
La ONG recuerda también al Ejecutivo que la 'ley mordaza' sigue en vigor y que debe abolir el impuesto al sol, pese al "reiterado" anuncio de su derogación e insta a hacer gestos que hagan visible que el medio ambiente es "importante" como por ejemplo la demolición del hotel El Albarrobico (Almería).
El balance de Greenpeace sobre estos primeros cien días de Gobierno es que a pesar de los gestos positivos, las medidas que el presidente ha tomado en materia de protección del medio ambiente en este período han sido "pocas y no están a la altura de la amenaza del cambio climático". Por ello, insiste en que es "necesario" acometer acciones concretas y contundentes antes de que final de año.
En el lado positivo, la ONG valora el cambio de posición española en las negociaciones europeas del 'Paquete de Invierno' a los pocos días de formar Gobierno, pero advierte de que tres meses después "aún no se ha abolido el impuesto al sol" ni hay una hoja de ruta para desbloquear el autoconsumo.
También considera positiva la decisión del Gobierno de paralizar el permiso de construcción del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca) o parar la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí, autorizada en 2015.
Por el contrario, insiste en la falta del borrador de la Ley de Cambio Climático ni del Plan de Energía y Clima con fecha de cierre para el carbón y la nuclear antes de 2025.
El director ejecutivo de Greenpeace, Mario Rodríguez, denuncia que en estos 100 días se ha hablado mucho pero no se ha tomado ninguna decisión efectiva para la reducción de la demanda de petróleo para el transporte y la mejora de la calidad del aire en las ciudades, que debería empezar con el fin de los privilegios fiscales para el diésel tal y como ha anunciado Pedro Sánchez y determinar un calendario para el fin del uso de combustibles fósiles en automoción.
Respecto a la conservación de la biodiversidad, la ONG celebra la conversión en área protegida el corredor de cetáceos del Mediterráneo o la ampliación de la red de espacios protegidos realizados pero echa en falta la exigencia del cumplimiento de sentencias como la del Supremo de 2016 que da luz verde a la demolición del Algarrobico.
La directora de programas de Greenpeace, Cecilia Carballo, confía en que esta no sea "otra legislatura fallida". "El cambio que es esencial para detener el calentamiento global, la devastación de los bosques, la extinción de especies, la explotación de seres humanos en todo el mundo, el crecimiento de desigualdades, es incompatible con el modelo consumista basado en el crecimiento material infinito", ha manifestado.
Otras de las medidas que Greenpeace ve inaplazables son también una fiscalidad verde que grave a los sectores más contaminantes e incentive la inversión para facilitar el tránsito hacia una economía descarbonizada y sostenible, con medidas como el impuesto igual al diésel que a la gasolina.
También pide cambiar el posicionamiento de España en la reforma de la PAC para que se apoye la producción ecológica; la norma que obligue a elaborar planes preventivos y autoprotección en materia de incendios; o la prohibición total de todas las bolsas de plástico, de las pajitas, los vasos y cubiertos de plástico para fomentar el reciclaje y la reutilización o apoyar públicamente la creación de un santuario en la Antártida, en el mar de Weddell en la próxima reunión decisoria de Comisión de la Antártida.