MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Federación Española de Industrias de la Alikmentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, ha destacado la importancia de tener un socio comercial "tan importante" como Canadá, al tiempo que ha resaltado las nuevas oportunidades que la entrada en vigor del Acuerdo Económico y de Comercio entre la Unión Europea y Canadá, CETA, ha ofrecido para los alimentos y bebidas españoles.
"Un año después de la entrada en vigor de este acuerdo, las perspectivas para la industria de alimentación y bebidas españolas son muy positivas. Sólo en el primer semestre de 2018, las ventas a este mercado aumentaron más de un 8% en comparación con el mismo periodo de 2017", ha destacado García de Quevedo, que ha participado este lunes en el encuentro empresarial España-Canadá celebrado en CEOE.
La jornada, enfocada a fortalecer las relaciones comerciales con el país norteamericano, uno de los más atractivos y de mayor potencial para el sector alimentario español, ha contado también con la participación del ministro de Agricultura y Agroalimentación canadiense, Lawrence MacAulay.
En 2017, las ventas de alimentos y bebidas españoles a Canadá alcanzaron los 230 millones de euros, situando este mercado en el puesto 21 del ranking mundial y en el 10, excluidos los socios europeos. El pasado ejercicio las ventas a este país experimentaron un "gran repunte", alcanzando un aumento del 18%, una cifra que el sector espera consolidar en 2018.
Productos como el vino, el aceite, las aceitunas, los productos del dulce, las conservas vegetales, el porcino, los zumos y las especias se sitúan como los más exportados a este país. Destaca el aumento de las ventas en la miel, los cereales tostados o en copos y la cerveza.
Precisamente, el Informe de Mercados Prioritarios realizado por FIAB sitúa a Canadá como el quinto mercado de interés para la industria de alimentación y bebidas española. FIAB espera que la actividad económica entre España y Canadá se incremente progresivamente, al derribarse barreras arancelarias al comercio y la inversión, una clave sobre todo para la estrategia de internacionalización de las pymes y de la dinamización de todo el sector.