CÁCERES 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La empresa biotecnológica Ingulados, situada en el polígono industrial de La Mejostilla en Cáceres, ha recibido autorización para la elaboración de autovacunas de uso animal, de manera que se convierte en la única en Extremadura en desarrollar este producto y se coloca entre las once que lo hacen en todo el país.
Ingulados, que comenzó a funcionar hace siete años en la capital cacereña, trabaja en el desarrollo de productos inmunomoduladores que se introducen en la alimentación de los animales a través de bacterias y también por medio de autovacunas, que se confeccionan con el patógeno que tiene la granja, es decir, se hace una vacuna "a medida" de la explotación ganadera concreta.
"Cuando no hay una vacuna comercial que cubra esa patología la empresa crea esa vacuna dirigida a los patógenos de cada lugar concreto, por lo que son más efectivas porque la solución se da directamente al problema", ha explicado el CEO de Ingulados, Pedro Fernández.
Por su parte, la investigadora y directora técnica del laboratorio de autovacunas, Rosario Cerrato, ha explicado que hay vacunas comerciales que están implantadas a nivel global y se busca una solución que pueda ser útil en el mayor número de países posible, pero "no funciona en todos sitios porque los patógenos se van adaptando a la situación, a los animales concretos de cada explotación y a su zona geográfica, por lo que cuando surgen cepas nuevas la vacuna comercial no es efectiva".
Para combatir esa ineficacia, Ingulados trabaja haciendo el diagnóstico del patógeno concreto de una granja y a partir de ahí, desarrollar una vacuna específica con componentes que pueden estimular el sistema inmune, por lo que estas vacunas tienen también la característica de producir tasas de anticuerpos mayores.
REDUCCIÓN DE ANTIBIÓTICOS
Otra línea de investigación de la empresa son métodos para reducir el uso de los antibióticos en los animales ya que, aunque el marco normativo no prohíbe su administración, según ha explicado Fernández, deben usarse de una forma racional, es decir, administrarlos al animal solo cuando hay un caso clínico y no como prevención.
Así, esta empresa cacereña ha empezado a aplicar soluciones innovadoras como la utilización de la microbiota intestinal, una bacteria "buena" que compone nuestro intestino y en la que se encuentra la solución a la reducción de los antibióticos en la sanidad animal. Ingulados trabaja en la identificación de esas bacterias beneficiosas, determina cuáles son los elementos beneficiosos que tiene y las prepara para aplicarlas en los animales que necesitan controlar ciertas enfermedades.
Pedro Fernández ha recordado que esta empresa cacereña de desarrollo biotecnológico da respuestas a las inquietudes que se despiertan en el mundo ganadero y cinegético. En ella trabajan diez personas "altamente especializadas" de las que hay tanto veterinarios, como biólogos, biotecnólogos, un economista y entre ellos hay varios doctores universitarios ya que, aunque es una empresa privada, se trabaja desde un punto de vista académico para dar respuesta a los problemas del campo.
"Ofrecemos un proceso biotecnológico especializado en el desarrollo de soluciones alternativas a los antibióticos en animales, además de diagnósticos y gestión de especies tanto cinegéticas como ganaderas", ha explicado a los medios el responsable de Ingulados tras la visita que ha realizado este martes el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, para conocer las instalaciones.
Salaya ha destacado que la implantación de esta empresa y el trabajo que realiza "demuestra que Cáceres tiene un potencial de crecimiento importante en torno a la investigación farmacéutica animal", la cual tiene un porcentaje de rentabilidad más alto porque acorta los plazos de pruebas respecto a la investigación de fármacos en la especie humana.
"Extremadura y la ciudad de Cáceres cuenta con una enorme cabaña ganadera, tiene una gran Facultad de Veterinaria y ahora también empresas que trabajan en este sector para lograr una cabaña ganadera sana", ha señalado el regidor, que ha añadido que esta actividad confirma "las dos almas de Cáceres como capital urbana y rural", lo que es un "potencial enorme de crecimiento" y de desarrollo de productos y servicios para toda la provincia.