MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ganadería extensiva y la conservación de los pastos tienen un efecto mitigador del cambio climático frente a la ganadería industrial según el informe 'Ganadería y su contribución al cambio climático', que ha presentado este viernes Amigos de la Tierra en colaboración con el Basque Centre Climate Change (BC3) con motivo del Día Mundial de la Alimentación.
El documento detalla cómo las metodologías que actualmente se utilizan para la estimulación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causantes del calentamiento global presentan limitaciones para acusar a la ganadería y no permiten contemplar qué tipo de ganaderías son las más agresivas.
"Las acusaciones a la ganadería se centran principalmente en las emisiones de metano por la fermentación de la celulosa que comen los animales y en las emisiones de dióxido de carbono por el cambio del uso del suelo. Ambos factores asocian estas narrativas en gran medida a la ganadería extensiva", ha explicado el coautor del informe e investigador del BC3, Agustín del Prado.
Sin embargo, ha añadido del Prado que, este tipo de análisis no tiene en cuenta la contribución de la ganadería en su conjunto y obvia las emisiones de GEI en todas las fases de producción y consumo incluyendo la fabricación, procesamiento y transporte de los insumos, como pueden ser los piensos, mucho más utilizados en la ganadería intensiva.
Desde Amigos de la Tierra plantean un cambio de paradigma que tenga en cuenta dos elementos. En primer lugar, estimar la cantidad de carbono fósil que se incorpora a la atmósfera por el conjunto de toda la actividad ganadera y en segundo lugar, evaluar los impactos de las distintas especies ganaderas y de los diferentes modelos productivos.
"La ganadería industrial se basa en la importación de piensos sobre todo para animales monogástricos, como cerdos y pollos. Esta producción requiere la conversión de suelos naturales en cultivos, mediante la deforestación de zonas de bosque tropical, principalmente en Suramérica. Las actuales estimaciones no permiten visualizar los efectos benignos para el clima de la ganadería extensiva y ecológica", ha reconocido el responsable de Soberania Alimentaria de la organización ecologista, Andrés Muñoz.
Por último, Amigos de la Tierra formula cuatro recomendaciones para las políticas públicas nacionales, como la implantación de criterios que estimen adecuadamente las emisiones antropogénicas derivadas de la actividad ganadera y sus impactos a nivel climático, así como evaluar los diferentes impactos de los diferentes sistemas productivos de carne o evaluar climáticamente todas las políticas públicas que afecten a la producción y consumo de carne , tales como la Política Agraria Común (PAC).