PALMA 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha presentado alegaciones a un proyecto de macrogranja de gallinas ponedoras y recría en el término municipal de Sineu (Mallorca) alertando del alto consumo de agua y de la presencia de amoniaco.
El proyecto está promovido por Avícola Son Perot en el término municipal de Sineu (Mallorca).
Atendiendo a los cálculos realizados por la ONG ecologista, el consumo directo de agua de la macrogranja, sin contar el agua necesaria para producir el alimento de las gallinas, sería de más de 61.000 m3/año, una tercera parte del consumo estimado para el municipio de Sineu.
Greenpeace ha asegurado además que el proyecto carece de cálculos específicos para mostrar los impactos que tendría sobre el medio ambiente.
"Si comparamos con otras explotaciones avícolas industriales en funcionamiento, solo en lo que respecta a las emisiones de amoníaco, un gas tóxico con nefastos efectos sobre el medio ambiente y la salud de las personas, esta explotación industrial se convertiría en la macrogranja de aves de corral más contaminante del país", han insistido en un comunicado.
La ONG ha alertado de las "dimensiones faraónicas" del proyecto, que tiene como objetivo poner en marcha una macrogranja para unas 750.000 gallinas ponedoras, que producirían unos 156 millones de huevos al año.
Según el proyecto, las gallinas estarían distribuidas en 10 naves industriales. Se construirían, además, otras instalaciones de apoyo así como los estercoleros y fosas para almacenar las ingentes cantidades de estiércol que se generarían por semejante número de animales.
Se harían también obras para poder garantizar el tráfico continuo de camiones necesario para el funcionamiento de esta explotación industrial que, en ningún momento, está contemplada en el proyecto como un impacto para la población.
Greenpeace se ha referido igualmente al impacto negativo que este proyecto tendría sobre las masas de agua en lo que concierne a la contaminación por nitratos, un problema muy grave en toda España y especialmente en Baleares, según han recordado.
Para los ecologistas, el proyecto agravaría la situación del municipio de Sineu, el más cercano a la explotación, que lleva ya más de una década sin poder consumir su agua debido a la contaminación por nitratos.