Publicado 05/02/2021 12:34

Ganadería.- UGAM se suma a las medidas que tome la Consejería para defender el Plan de Gestión del Lobo de Cantabria

SANTANDER 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización UGAM-COAG se adhiere a las medidas que tome la Consejería de Ganadería para defender el Plan de Gestión del Lobo de Cantabria, tras la inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies de Protección Especial (Lespre), la normativa que impide la caza de estos animales en todo el país.

Asimismo, ha anunciado que pedirá la dimisión de la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, por su "vergonzosa cacicada" en la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que aprobó ayer dicha propuesta.

En un comunicado, UGAM manifiesta su "total rechazo" a esta medida y considera que lo ocurrido en dicha Comisión "responde más a intereses políticos, y muestra una talante poco democrático, que a la defensa de la especie".

Asimismo, avala "absolutamente" las palabras del consejero de Cantabria, Guillermo Blanco, que ha manifestado su rotundo rechazo a la propuesta, así como "cuantas acciones" se tomen para evitar que la misma acabe convirtiéndose en ley.

También ve "lamentable" la forma en la que se ha llevado a cabo la misma, ya que "no ha contado con avales científicos de peso, ni con el suficiente consenso" entre las comunidades, cuatro de las cuales (Cantabria, Asturias, Castilla y León y Galicia) se han opuesto a ella, "las que más sufren la presión del lobo a la ganadería" con un "95% de los daños".

Para UGAM-COAG es "prioritario" el control de las especies silvestres, anteponiendo el derecho de los ganaderos de Cantabria a desempeñar su trabajo en unas condiciones adecuadas, y no con "continuos ataques" a sus animales, con las "enormes pérdidas económicas" que ello supone, además de una "creciente desazón" entre los ganaderos, principalmente los de alta montaña, "que se ven obligados a abandonar la actividad y los pueblos".

Recuerda igualmente que Cantabria aprobó hace tres años un Plan de Gestión del Lobo con el "consenso" de la sociedad, que ha demostrado un "adecuado funcionamiento" y "abre esperanzas" a que la coexistencia entre la ganadería extensiva y el lobo "sea una realidad", el camino al mantenimiento vivo de los pueblos de montaña y la adecuada gestión de los montes "en los que es imprescindible la presencia del ganado, en particular el ovino y caprino, que es el más perjudicado por los ataques del lobo".

De hecho, añade, es el propio Plan "el que demuestra con análisis científicos" que el lobo en Cantabria se encuentra "en expansión", y por tanto, la especie "no requiere de especial protección, como se quiere hacer creer desde el Ministerio".

Así, señala que según datos del último censo nacional y de la acumulación de observaciones e indicios sobre la especie, en 2018 había entorno a 15 grupos familiares de lobos con presencia en Cantabria, lo que demuestra, a su juicio, que su población ha experimentado "un crecimiento muy notable" en su tamaño y área de distribución en los últimos 20 años, pasando de cinco manadas y un área de distribución de 2.400 kilómetros cuadrados en 1995 a más de 3.500 (66% de la superficie regional) y al menos 15 manadas en 2018.

En cuanto a los daños causados por el lobo al ganado, señala que entre 2015 y 2018 en la reserva Regional de Caza Saja y en el Coto Regional de Valderredible, donde el Gobierno de Cantabria es titular de aprovechamiento cinegético, se tramitaron 1.928 expedientes de daño, con un total de 2.700 cabezas de ganado muertas (1.130 de ovino, 764 de equino, 526 de bovino, 279 de caprino y uno de asnal), lo que ha supuesto a Cantabria un coste de 705.109 euros (176.299 euros/año).

Estos datos, según UGAM, son "incompletos", dado que se refieren únicamente a terrenos en los que el Gobierno regional es titular de aprovechamiento cinegético, por lo que no abarcan los municipios del sur de Cantabria, el entorno del embalse del Ebro, ni las zonas altas del Besaya, Pas, Pisueña, Miera y Asón, donde la presencia del lobo "se ha incrementado de forma significativa con el consiguiente aumento de los daños".

En definitiva, concluye, "los daños del lobo están presentes en más del 75% del territorio de Cantabria, por lo que si no se pone freno a través del Plan de Gestión del Lobo, muy pronto afectarán al 100%" del mismo.

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