MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha reconocido que las intenciones del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) de blindar el lobo ibérico en España ha caído como "un jarro de agua fría entre los ganaderos españoles, principalmente los que desarrollan su trabajo al aire libre, es decir, a la ganadería extensiva.
La organización ganadera ha propuesto diez medidas para minimizar los daños que causa el lobo a la ganadería que trasladarán a las administraciones implicadas en esta problemática.
En primer lugar, UPA reclama que se realice un estudio previo sobre el lobo, ya que denuncian que el último censo es del año 2014, y según los ganadores, la población ha incrementado tanto en número como en extensión de territorios.
Asimismo, rechaza homogeneizar el estatus de protección del lobo en España porque "su realidad es muy distinta en función de cada territorio". "El estado de las poblaciones no es homogéneo, el tipo de cabaña ganadera y los daños en la cabaña ganadera no son homogéneos, las necesidades de gestión de los grupos de población tampoco son homogéneas", señala.
Además, exige articular apoyos para la implantación de acciones preventivas y racionales ante los ataques de los lobos, por lo que demandan una clasificación de perros guardianes como animales de trabajo y el cambio "urgente" de la legislación para la instalación de pastores eléctricos.
También pide indemnizaciones por daños, "ya que el lobo acaba con el patrimonio del ganadero".
En esta línea, piden que se permita dejar animales muertos en los montes para que los lobos se alimenten de la carroña y no de animales vivos. También plantean la necesidad de realizar un control de poblaciones en los lugares "donde los daños son importantes". Por último, la UPA propone plantear ubicar al lobo en determinadas zonas donde los problemas de los ganaderos sean mínimos.
Por todo ello, como medidas últimas pide una mayor implicación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la dignificación de la ganadería extensiva como actividad que mejora la biodiversidad.