BARCELONA 4 May. (EUROPA PRESS) -
Nestlé prevé reducir en casi 2.500 toneladas sus emisiones de dióxido de carbono anuales gracias a la construcción de una nueva caldera que usará cascarillas de cacao para funcionar en la fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria).
Las nuevas instalaciones, que se prevé que entren en funcionamiento en 2022, han sido construidas junto con Bioenergy Ibérica y proporcionarán 12.500 toneladas de vapor al año, el 10% del total, según un comunicado de Nestlé este martes.
La cascarilla es el resultante del proceso de torrefacción del cacao y tiene un alto poder calorífico, con lo que se valorizará como biocombustible y permitirá impulsar la economía circular dentro de la propia fábrica.
Esta iniciativa está enmarcada en el compromiso medioambiental de Nestlé y se sumará a los procesos de generación de energía eficiente ya existentes en la fábrica, como la planta de cogeneración que funciona desde 1993.
En 2019 se introdujeron mejoras en la caldera convencional de vapor de la factoría con la finalidad de mejorar su eficiencia y se prevé que toda la energía usada sea de alta eficacia a partir de 2022.
El centro de producción cántabro ha disminuido en más de un 83% el uso de agua, en más de un 16% el consumo de energía y en casi un 8% las emisiones en kilogramos de dióxido de carbono por tonelada producida entre 2011 y 2020.