VALLADOLID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicará mañana jueves la Orden por la que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural aprueba el nuevo Reglamento de la Denominación de Origen Ribera del Duero, que dota de mayor responsabilidad a operadores, al tiempo que instala sistemas de control "más eficaces" y con mayores garantías para los mercados y los consumidores.
De esta forma se reforma el vigente reglamento, que data de 1992 y que sustituyó a otro anterior de 1982, cuando se creó la denominación, según informa la Consejería.
En el nuevo Reglamento se adaptan las funciones y estructura del Consejo Regulador para funcionar como organismo certificador. Además, el nuevo texto incluye novedades importantes que permitirán un funcionamiento más ágil de la DO Ribera del Duero y de su Consejo Regulador en un sector complejo y altamente competitivo como es el vitivinícola.
En este sentido, se actualiza el funcionamiento de los registros del Consejo Regulador --de parcelas de viñedo y de bodegas--, lo que permitirá una gestión más eficaz de este importante instrumento de control y una mayor implicación de los operadores mediante la declaración responsable.
También se crea el Área de Certificación del Consejo Regulador, encargado de desarrollar las actividades propias de un organismo de certificación de producto, siendo su ámbito de actuación la certificación de vino de la DO Ribera del Duero. Todo ello conforme a la Norma ISO 17065.
DECLARACIONES MÁS SIMPLES
Se ha simplificado el sistema de declaraciones para el control, tratando de disminuir en lo posible la excesiva burocratización que sufren las bodegas, aprovechando el régimen de declaraciones obligatorias que ya presentan.
La modificación de la Ley de la Viña y del Vino de Castilla y León por la Ley Agraria de Castilla y León, así como del Reglamento de las Denominaciones Geográficas de Calidad Alimentaria de Castilla y León, que entró en vigor en enero de 2019, han permitido conformar la nueva normativa de la Comunidad en materia de calidad diferenciada, adaptada al marco legal de la Unión Europea.
Una de las cuestiones más determinantes de este nuevo marco, según subraya la Consejería, es la obligación de que las denominaciones de origen vínicas de Castilla y León se acrediten en la Norma UNE-EN-ISO 17065, para poder llevar a cabo el control y certificación del producto.
Esta norma ISO especifica los criterios generales que debe seguir un organismo de certificación de producto para que sea reconocido a nivel nacional, europeo e internacional, como competente, y se acredite la extrema rigurosidad de sus controles.
Bajo la tutela del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), la DO Ribera del Duero ha conseguido recientemente la acreditación en la Norma ISO 17065 por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), lo que le va a permitir convertirse en el único organismo certificador bajo esta norma ISO del vino de Ribera del Duero.
A este respecto, el consejero, Jesús Julio Carnero, ha señalado que con esta nueva reglamentación se pretende una gestión "más moderna" de la Denominación de Origen, atribuyendo "una mayor responsabilidad a los operadores y la implantación de sistemas de control más eficaces y con mayores garantías para los mercados y los consumidores".