Publicado 05/11/2020 10:35

Vinos.- Bodegas Luzón lanza al mercado las nuevas añadas de sus dos vinos más emblemáticos: Altos de Luzón y Alma de Luzón

Foto de Altos de Luzón de 2018
Foto de Altos de Luzón de 2018 - GRUPO FUERTES

La bodega apuesta por dos de sus vinos más reconocidos tanto nacional como internacionalmente

MURCIA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Bodegas Luzón acaba de lanzar al mercado las nuevas añadas de Altos y Alma de Luzón, 2018 y 2017 respectivamente, dos de sus vinos "más reconocidos tanto nacional como internacionalmente por su carácter y diferenciación", según informaron fuentes de Grupo Fuertes en un comunicado.

En concreto, la línea Altos de Luzón nació como homenaje a la especial identidad de la tierra jumillana y la uva monastrell, que encuentra en esa tierra su mejor versión.

"La historia vitivinícola y de la gente de Jumilla viene definida por un paisaje rudo, con un carácter marcado, pero lleno de singular belleza y riqueza, representado a la perfección a través de la etiqueta, que narra esa escena y define la altitud de los propios viñedos de La Venta del Puerto, situados a 675 metros sobre el nivel del mar y de donde provienen, en su totalidad, los racimos que configuran Altos de Luzón", según las mismas fuentes.

La añada de Altos de Luzón, añade la empresa, es fruto de un invierno duro y una primavera y verano de temperaturas suaves. Un clima templado que ayudó a proporcionar un buen fruto, con viñas llenas de frondosidad y que garantiza un excelente producto para el 2018.

"Este vino es un extraordinario referente de la uva autóctona de la D.O.P Jumilla y de la que Bodegas Luzón ha hecho su buque insignia: la Monastrell", explica.

Por su parte, Alma de Luzón es el vino que "une las emociones con los sentidos", tal y como destaca la compañía. Se trata de una combinación única de Monastrell y Syrah. "Desde el tacto aterciopelado de parte de su etiqueta, a la vista por la viveza de su color, el olfato con notas de frutos rojos y negros, especiados y suaves ahumados de la crianza y por supuesto, el gusto con su frescura equilibrada".

Al contrario que en la añada de Altos de Luzón, el año 2017 trajo a Jumilla un invierno también atípico, cargado de frío y humedad, pero le siguió una primavera y verano muy calurosos, con altos contrastes de temperatura, lo que hizo que se generara poca cosecha, pero de uvas muy sabrosas y concentradas.

"Dos vendimias llenas de incertidumbre pero que trajeron un fruto inmejorable para realizar dos vinos de un corte y balance inmejorables, fruto del trabajo de todo un equipo que ha logrado realizar dos vinos redondos y que, sin duda, darán que hablar por su calidad y diferenciación".

Leer más acerca de: