MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Unos 500.000 damnificados por el tifón en Filipinas han podido acceder a agua, alimento y refugio gracias a la ayuda de la red Cáritas durante los primeros tres meses después del tifón que arrasó Filipinas desde que tocó tierra el pasado 8 de noviembre de 2013.
Concretamente, está trabajando ya con las familias afectadas para que cuenten con refugios temporales y puedan reconstruir lo antes posible sus fuentes de ingresos y de alimentos, sobre todo barcos de pesca y aperos agrícolas.
Cáritas Española ha aportado hasta la fecha un total de 700.000 euros. Además, desde hace tres semanas, uno de sus técnicos, Yago Aparicio, se encuentra en el país asiático formando parte del Equipo de Apoyo de Respuesta de Emergencias de la Red Cáritas (ERST) que está trabajando en el terreno.
Este grupo se encarga de fortalecer y potenciar las tareas de emergencia; de mejorar el impacto, la calidad y la coherencia de estas actuaciones; y de diseñar el siguiente llamamiento de post-emergencia (Emergency Appeal, EA), que se va a centrar en las tareas de rehabilitación.
Este nuevo llamamiento, que podría estar listo en un par de meses, según ha puntado Cáritas, se centrará en: abastecimiento de agua, saneamiento e higiene; rehabilitación y construcción de viviendas; y recuperación de los medios de vida que muchos filipinos perdieron tras el tifón, como artes y barcos de pesca, materiales agrícolas y productos ganaderos.
Según las cifras facilitadas por la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU y por el Gobierno filipino, 16 millones de personas quedaron afectadas por el tifón y 4 millones, desplazados de las zonas arrasadas por Haiyan (sobre todo, el archipiélago de las Visayas). Además, los fuertes vientos y las lluvias dejaron 550.928 viviendas totalmente destruidas y otras 589.404 parcialmente dañadas.
A pesar de la envergadura de esta catástrofe, según precisa Cáritas, las labores que se están realizando a nivel local para una rápida reconstrucción, muestran "los esfuerzos que están realizando tanto la Iglesia, la Cáritas de Filipinas, como la propia población filipina por superar esta tragedia", ofreciendo "una lección de esperanza con la determinación con la que, en medio de la destrucción que les rodea, miran el futuro".
El director de Cáritas Filipinas, monseñor Broderick Pabillo, precisa que mientras atienden la emergencia han de "tener ya la mirada puesta en el desarrollo de la zona".
Por su parte, el padre Ivo Velasquez, uno de los supervivientes de Haiyan, apunta que han perdido "todo" excepto su "fe" y eso es lo que les da "la fuerza".
Otro de los supervivientes, Jasper, un joven que vivió la tormenta y acudió a ayudar a los más afectados, se muestra convencido de que "todos los filipinos se levantarán con la ayuda de todos, compatriotas y extranjeros".