Archivo - Una familia abasteciendose de agua en Senagal - LYS ARANGO/ACH - Archivo
MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Accion contra el Hambre (ACH) ha denunciado el uso del agua "como un recurso geopolítico y arma de guerra" en un mundo "en el que el 45% de las personas carecen de ella y al saneamiento". Así consta en el informe 'La brecha de financiación del agua 2024', presentado por la ONG con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, en el que se resalta que, a nivel mundial, solo se cubrió el 36% de la necesidad de financiación relacionada con programas de agua y saneamiento en 2023.
A pesar de la disminución de la ayuda, la necesidad de asistencia se intensifica: 3 600 millones de personas en todo el mundo carecen de saneamiento adecuado y son susceptibles a enfermedades transmitidas por el agua, volviéndolos aún más vulnerables a la desnutrición.
El informe examina datos de países con las necesidades más urgentes que buscan apoyo en la financiación para programas de agua, saneamiento e higiene (WASH) a través del sistema humanitario de la ONU. "Para más de dos mil millones de personas, la falta de acceso a agua potable segura no es solo un problema en el Día Mundial del Agua, sino todos los días", ha indicado el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.
"Es algo que estamos viendo en directo en Gaza, donde además de sufrir la fase más grave de inseguridad alimentaria, la población carece de acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento, como retretes y lavabos, esenciales para su higiene y para prevenir enfermedades", ha añadido.
El responsable de Agua y Saneamiento en ACH, Pablo Alcalde, ha explicado como "la paz verdadera va más allá de la ausencia de conflictos armados". "Garantizar un acceso equitativo e inclusivo al agua y saneamiento no solo ayuda a prevenir conflictos, sino que también promueve la paz; porque agua es salud, es desarrollo socioeconómico y es estabilidad", ha añadido.
En este sentido ha puesto ejemplos como la situación de Gaza, en la que el riesgo de un desastre de salud pública "no se debe a la escasez de agua, sino a cómo se controla el acceso a agua para crear una crisis artificial". Por otra parte, ha indicado, "en lugares como Siria y el Líbano, la aparición repentina del cólera se debe a una combinación de factores, principalmente el conflicto y el cambio climático". Las poblaciones que viven en "condiciones insalubres, como campos de refugiados y zonas rurales, son las más vulnerables a esta enfermedad transmitida por el agua".
Según recuerda la ONG, en 2023 se registró un nuevo caso de cólera cada 45 segundos, y se espera que este año la cifra de casos aumente en todo el mundo. "El mayor riesgo de estas epidemias radica en la falta de saneamiento e higiene, más que en la ingestión de agua contaminada. Por ejemplo, las uñas de un niño pueden contener miles de veces más bacterias fecales que un río contaminado. El virus del cólera es más común en las manos de una persona enferma que en el agua de un río contaminado, donde se diluye la concentración de virus", ha argumentado Alcalde.
LA ACCIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
En términos de adaptación al cambio climático y resiliencia, Pablo Alcalde ha recordado que "en lugares como Filipinas y Sahel se han implementado medidas de conservación del agua para evitar su pérdida por escorrentía, permitiendo que se infiltre en el suelo y recargue los acuíferos subterráneos".
Desde la perspectiva de la paz y la estabilidad, ACH considera "crucial" comprender y facilitar una buena gobernanza del recurso hídrico a nivel comunitario. Un ejemplo es el trabajo de Acción contra el Hambre en Hebrón, Cisjordania, donde colabora en el plan director con la Autoridad Palestina del Agua para garantizar el acceso al agua en Cisjordania. En el Líbano trabaja con operadores públicos para mejorar la calidad del servicio del agua. Fortalecer estas instituciones promueve la estabilidad y la calidad del servicio.
"Nuestros proyectos consideran el agua como un símbolo de entendimiento cuando se valora como un bien común", ha comentado Pablo Alcalde. "Es fundamental en la cultura de las comunidades y no se puede entender simplemente como un recurso, sino como nuestra propia existencia", ha argumentado.
ACCESO, COLABORACIÓN Y PROTECCIÓN
Desde Manos Unidas, ponen el foco en la importancia del apoyo que prestan a las poblaciones para que tengan acceso al agua para consumo humano con diversas técnicas, así como la colaboración existente en la gestión de sus recursos híbridos y la protección de los ecosistemas relacionados con su consumo.
En este sentido, señalan que, a través de los más de 130 proyectos ONG (93 de los proyectos se han ejecutado en África, 17 en América y 18 en Asia), que se han llevado a cabo en los últimos cinco años, Manos Unidas promueve la higiene y el saneamiento básico y, sobre todo, la formación para la gestión de las infraestructuras de agua y para el uso eficiente de este escaso bien.
En el planeta, 2.000 millones de personas (3 de cada 10 personas) --el 26% de la población-- no disponen de agua potable y 3.600 millones (el 46%) carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura, según informes de la UNESCO de 2023. Asimismo, se espera que esta escasez empeore en los próximos años, a medida que se agrave el calentamiento del planeta y la crisis del clima.