GINEBRA 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado este viernes que la violencia en la provincia iraquí de Ambar ha desplazado a cerca de medio millón de civiles este año. Las cifras del Gobierno iraquí fijan el número de personas desplazadas en 434.000 desde enero, aunque desde ACNUR aseguran que ya llega a los 480.000.
El portavoz de ACNUR, Adrian Edwars, ha destacado la falta de seguridad del país y ha anticipado que para los actores humanitarios va a ser "más duro" llegar a las personas que necesitan ayuda.
El portavoz de ACNUR ha destacado que "muchos desplazados están luchando para salir adelante en condiciones desesperadas, y se están extendiendo por todo Irak". Los grupos de desplazados más numerosos se encuentran en las provincias de Ambar y en Salá al Din, seguidas de Erbil, Kirkuk, Sulaymaniyá and Bagdad.
Los más afortunados están viviendo con sus amigos y sus parientes, pero otros están en tiendas de campaña, colegios, edificios a medio terminar y otros tipos de refugios comunales. Solo en Ambar, donde están cerca de 300.000 desplazados, más de dos tercios están viviendo en colegios.
"Los desplazados nos dicen que el número de viviendas es limitado y cada vez más caro. La mayoría está sin ingresos y se está endeudando para pagar las necesidades básicas. Las familias dicen que acceder a una vivienda y a la comida es una de sus prioridades", ha dicho Edwards.
ACNUR ha proporcionado a la población local más de 48.000 'kits' de emergencia y ha atendido a unas 3.000 personas en situación vulnerable, aunque solo es una pequeña parte de las necesidades del país. La organización destinó en marzo 26,4 millones de ayuda a Irak, un 12 por ciento de lo presupuestado.
Edwards ha señalado que ACNUR se enfrenta a la dificultad para llegar a la población por la inseguridad, la dispersión de los refugiados por todo el país y la insuficiencia de ayuda por parte de los donantes. "Necesitamos urgentemente reforzar nuestra respuesta", ha recalcado Edwards. "Una mejor financiación es vital para ayudar a aquellos que están desplazados ahora y cuando regresen a casa en el futuro", ha concluido Edwards.
CRISIS DE DESPLAZAMIENTOS
La nueva crisis de desplazamientos en Irak comenzó en enero con los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y los rebeldes de Ambar. El ataque deliberado a un presa en el distrito de Abu Ghraib, en Ambar, por parte de los combatientes provocó inundaciones en la zona y obligó a más de 72.000 iraquíes a huir de sus casas.
Aunque ya se ha logrado acabar con las inundaciones y los desplazados ya están volviendo a sus casas, las principales preocupaciones ahora son la salud y la recuperación del lugar. Los desbordamientos arrasaron con las plantas de tratamiento de agua, por lo que el acceso al agua potable es ahora un problema. Las autoridades locales han dispuesto 28 camiones cisternas con agua potable que operan diariamente, pero solo cubren el 50 por ciento de las necesidades.
A esto hay que sumar el creciente temor a los enfrentamientos civiles en la Falluya. El reciente bombardeo de la ciudad ha provocado nuevos desplazamientos y ha dañado el hospital y la planta de agua locales.