MADRID 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
Aldeas Infantiles SOS ha atendido en el último año a más de 57.000 personas afectadas por el seísmo en Marruecos, de las que casi 40.000 son niños, según ha informado la organización este viernes.
En este sentido, ha explicado que su respuesta humanitaria ha incluido una primera fase de ayuda y una segunda de apoyo al proceso de recuperación y reconstrucción. En total, la organización ha atendido a 57.078 personas afectadas por la catástrofe, de las que 39.248 son niños.
El 8 de septiembre, un terremoto de magnitud 6,8 sacudió Marruecos. La presencia de Aldeas Infantiles SOS en cinco localidades del país magrebí, Imzouren, Dar Bouazza, El Jadida, Agadir y Aït Ourir, y en particular en esta última, cercana al epicentro del seísmo, permitió desplegar de manera inmediata un Programa de Respuesta a Emergencias para atender las necesidades de miles de niñas, niños y familias que resultaron damnificadas.
En esta línea, la directora nacional de Aldeas Infantiles SOS en Marruecos, Samya ElMousti, ha indicado que "todo estaba en ruinas, las carreteras estaban cortadas y había niños y niñas que se quedaron solos entre los escombros". Además, ha asegurado que en la Aldea de Aït Ourir instalaron un campamento temporal para albergar a personas afectadas e invirtieron "importantes recursos" en la búsqueda de familiares y la consiguiente reunificación familiar.
Durante los primeros meses tras el terremoto, Aldeas implementó una fase de emergencia dirigida a cubrir las necesidades más urgentes de la población afectada. La ayuda humanitaria incluyó la distribución de alimentos, agua potable, atención médica, ropa y kits de higiene. Se crearon espacios de protección infantil, donde los niños y adolescentes que estaban solos pudieron permanecer mientras se trataba de localizar a sus familiares, y donde recibían, además de ayuda humanitaria, atención psicológica. En total, la organización atendió en este periodo a 36.596 personas, de las cuales 27.248 eran niños y 9.348 adultos.
Con el fin de asegurar una recuperación sostenible, Aldeas Infantiles SOS puso en marcha una segunda fase de reconstrucción en enero de este año, centrada en proporcionar hogares y restablecer servicios esenciales para las comunidades afectadas. "Trabajamos para ayudar a restaurar la cotidianidad a pesar de la situación de emergencia, de modo que el desarrollo de niños y niñas se vea impactado lo menos posible", han explicado.
Asimismo, Aldeas Infantiles SOS ha destacado que, para algunos niños, esta tragedia ha significado la pérdida de sus padres, madres o cuidadores. También ha añadido que ha encontrado familias de acogida temporales para 120 de ellos, mientras que otros cinco permanecen en la Aldea Infantil SOS de Aït Ourir, donde reciben un cuidado de carácter familiar, en pequeños grupos y con figuras de referencia estables.
Hasta el momento, 26 familias monoparentales, que representan un total de 175 personas, entre ellas 130 niños, han recibido viviendas temporales y se están construyendo otras 16 casas que ofrecerán refugio a más familias en situación de vulnerabilidad. Igualmente, Aldeas ha trabajado para asegurar el acceso a agua potable en las zonas más afectadas, con la construcción de tres pozos de los que ya se benefician 1.020 personas en comunidades rurales.
En el ámbito educativo, la organización ha instalado aulas prefabricadas que permiten a 7.200 niños continuar con sus estudios, a pesar de las difíciles circunstancias. Además, 1.126 menores han podido acceder a programas de educación no formal y aprendizaje digital, facilitados a través de caravanas móviles que recorren las zonas afectadas.
MÁS DE 10.000 PERSONAS HAN RECIBIDO APOYO PSICOSOCIAL
La salud mental de la población también ha sido una prioridad. "Los terremotos no solo generan daños físicos, sino también traumas emocionales, y la intervención temprana es clave", aseguran desde la organización de atención directa a la infancia. A través de sus servicios de apoyo psicosocial y salud mental, 10.378 personas, entre ellas 3.189 niños, han recibido la atención necesaria para lidiar con las secuelas emocionales del desastre.
Con el fin de que las familias puedan cuidar y proteger a sus hijos, evitando así posibles separaciones de estos de sus progenitores, Aldeas ha ampliado los Programas de Fortalecimiento Familiar que desarrolla de forma permanente, en los que trabaja con 583 participantes, de los cuales 376 son menores.
Aldeas Infantiles SOS está presente en Marruecos desde 1985 y cuenta en la actualidad con varios Programas de Protección (o cuidado alternativo) y de Fortalecimiento Familiar, en los que brinda su apoyo a niños que han perdido el cuidado parental o están en riesgo de perderlo y a sus familias.