MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Codespa ha impulsado una cooperativa de 400 productores de algas en Filipinas en el municipio de Hinatúan, con el apoyo de Open Value Foundation. El impulso de la Hinatuan Seaweed Farmers and Fishermen Cooperative (HISPA-CO) permitirá a los productores acceder a nuevos recursos financieros y establecer relaciones comerciales directas.
Filipinas es el tercer país del mundo más afectado por desastres naturales como tifones, inundaciones y sequías, afectando al 60% del área total cultivable y al 74% de su población. Además, los productores locales enfrentan continuas dificultades económicas, ya que su acceso al mercado es limitado y desigual. Los intermediarios dominan el mercado, fijando precios bajos para los productores mientras venden a empresas privadas a precios mucho más altos, según Codespa.
Este desequilibrio ha limitado el acceso a ingresos justos de los productores, perpetuando la pobreza y dependencia en las comunidades rurales. En 2021, Codespa identificó a Surigao del Sur, concretamente el municipio de Hinatúan, como una de las zonas más expuestas y afectadas por esta situación y decidieron actuar para apoyar a los pequeños productores de algas.
Inicialmente, se formó la Asociación de Productores de Algas Marinas de Hinatúan (HSWPA), ofreciendo formación empresarial y apoyo para su consolidación como organización. Esto les permitió acceder a compradores internacionales, como CEAMSA, una procesadora de algas española con sede en Manila, mejorando así sus ingresos en hasta un 80%.
Aunque los avances son significativos, el acceso a financiación ha sido una barrera constante. En mayo de 2024, la asociación ha dado un paso más al convertirse en la Hinatuan Seaweed Farmers and Fishermen Cooperative (HISPA-CO), una cooperativa que asume el rol de coordinadora y organizadora de los productores en funciones financieras y administrativas. Open Value Foundation ha sido el primer aliado en otorgarles su primer crédito, respaldando el crecimiento de HISPA-CO y permitiendo a los productores mejorar su infraestructura y expandir su producción.
Además de este avance, la cooperativa explora nuevas iniciativas para integrar prácticas de sostenibilidad ambiental. Una de ellas es el uso de residuos de algas en la producción de biofertilizantes, promoviendo un modelo de economía circular que beneficia tanto al medio ambiente como a la comunidad.