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MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes que las autoridades jordanas están bloqueando en la frontera la entrada de refugiados sirios, incluidas familias con menores de edad, y ha pedido que se ponga fin a esta práctica.
"Las autoridades jordanas deben garantizar el acceso seguro a Jordania a todas las personas que buscan refugio, sin discriminación", ha afirmado Said Boumedouha, director en funciones del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
"No se puede negar la entrada a quienes huyen de Siria, ni siquiera de manera temporal, ya que hacerlo pone en peligro sus vidas. En virtud del Derecho Internacional, Jordania tiene la obligación de garantizar que sus fronteras están abiertas a los refugiados", ha subrayado en un comunicado.
Amnistía ha sabido que desde el pasado 14 de agosto una mujer siria de nombre Amina y sus seis hijos no han sido autorizados a cruzar el paso fronterizo oficial de Nasib. Los funcionarios de fronteras jordanos les concedieron visados de entrada pero les dijeron que no podrían entrar en Jordania hasta pasado un mes y de hecho en sus pasaportes estamparon un mensaje que decía: "Volver dentro de un mes".
Según la ONG, han recibido informaciones que apuntan a que otras familias también han sido rechazadas tanto en este paso fronterizo como en otros.
"No tenemos agua ni pan, y tenemos que dormir en la carretera junto a un centenar de familias", ha afirmado Amina. La familia sobrevive a duras penas comiendo los frutos que encuentra en árboles de los alrededores.
Desde hace algunos meses, Jordania no permite la entrada en el país a ciertas categorías de personas, como refugiados palestinos e iraquíes procedentes de Siria, personas sin documento de identidad o varones solteros, ha indicado Amnistía.
La novedad de que se esté rechazando a sirios con pasaporte válido puede significar que las autoridades jordanas han endurecido aún más su postura, ha considerado la ONG.
La afluencia de refugiados está poniendo a prueba las infraestructuras jordanas ya que ha causado un incremento de la demanda de agua, electricidad, alojamiento, alimentación y enseñanza. Algunas zonas residenciales tienen dificultades para alojar a grandes grupos de refugiados y la frustración cunde en muchos sectores de población ante la subida de los alquileres y el aumento de la competencia por el empleo.
"Con independencia de la sobrecarga en la demanda de recursos, las autoridades jordanas tienen la obligación inexcusable de garantizar que todas las personas que huyen pueden acceder a su territorio y recibir protección", ha defendido Said Boumedouha.
"Es fundamental que la comunidad internacional garantice que Jordania y otros países de acogida cuentan con el apoyo económico y técnico necesario para ofrecer la debida protección y asistencia a los refugiados de Siria", ha reclamado el responsable de AI.