Desvela que en un principio se barajó liberar antes a Albert Vilalta y cree que el regreso primero de Gámez no complica la situación de sus dos compañeros
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha revelado este miércoles que el Gobierno ha recibido varias pruebas de vida durante el secuestro de los tres cooperantes españoles a manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), desde algún vídeo hasta "cartas", "fotografías" y "llamadas a los familiares".
En una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, indicó que no creía que la liberación de Alicia Gámez "pueda complicar" el fin del cautiverio de sus otros dos compañeros, sino todo lo contrario. En su opinión, es una "buena noticia" que abre la "esperanza" para que la liberación de Roque Pascual y Albert Vilalta se produzca "pronto".
De la Vega no quiso interpretar por qué se ha dejado en libertad primero a ella y dejó claro que el Gobierno ha estado "trabajando por la liberación de los tres a la vez". Tras recordar que en los secuestros de varias personas, en ocasiones se pone en libertad primero a unos que a otros, reveló que "en otros momentos" del secuestro "se barajó que se pudiera liberar antes a Albert" por las heridas de bala que presentaba en la pierna.
"Insistimos mucho en transmitir el mensaje de que lo más importante era que la persona herida fuera liberada de forma inmediata", lo que no ocurrió y Vilalta "se recuperó de la pierna", relató.
De la Vega confirmó que Vilalta y Pascual se encuentran bien físicamente, aunque "lógicamente están nerviosos, preocupados, con ganas de volver pero esperanzados". Así se lo ha transmitido Gámez a la vicepresidenta, que precisó que el Gobierno conocía que los secuestrados se encontraban bien porque tenían información que iba chequeando.
Así, señaló que el Ejecutivo ha recibido "en varias ocasiones pruebas de vida" en forma de vídeo y "cartas" que le han permitido conocer el estado de sus compatriotas. "Hemos tenido comunicación, ha habido algunas llamadas a los familiares y alguna fotografía y tenemos la prueba de que en algunas ocasiones les han hecho llegar las medicinas que necesitaban", indicó. "Cuando pedíamos una prueba de vida se producía. Eso siempre ayuda a atravesar esta travesía tan dura hasta que se produzca la liberación", añadió.
ELOGIA LA FORTALEZA DE LAS FAMILIAS
De la Vega aprovechó para elogiar la fortaleza de las familias de los secuestrados y señaló que ayer, cuando viajó a Barcelona para verlas, estuvo sobre todo con los familiares de Vilalta y Pascual, con los que ha vuelto a hablar hoy. Son "gente maravillosa, estupenda, fuerte, con mucho coraje. Nos están ayudando mucho", subrayó.
Les quiso enviar a todas, pero de forma particular a las de Vilalta y Pascual, un "mensaje de apoyo y solidaridad, afecto y reconocimiento". "Tienen que saber que estamos ahí y que Albert y Roque vendrán".
La portavoz del Ejecutivo indicó que la gestión de este tipo de secuestros es algo "muy complicado y delicado" porque se trata de "organizaciones muy cerradas, terroristas". Según ella, "hay que actuar con firmeza, abriendo todos los campos y actuar conectando a todos los colaboradores y estableciendo todos los mecanismos de cooperación de cualquier tipo, con autoridades, servicios inteligencia...".
Tras insistir en "no ha habido contrapartida" para la liberación de Gámez, señaló que lo que ha habido es un "trabajo muy riguroso de más de tres meses de servicios diplomáticos, servicios de inteligencia, de la cooperación con muchos países", que aprovechó para "agradecer". "Ha sido mucha gente la que ha trabajado, y que sigue trabajando y movilizándose porque no hemos descansado ni un segundo", dijo.
De la Vega reconoció que los momentos actuales "son un poco agridulces" porque Vilalta y Pascual siguen secuestrados, por lo que ella siente "una emoción y satisfacción incompleta". No obstante, se mostró confiada en que el trabajo que el Gobierno viene desplegando y que "ha dado resultados" desembocará también en la liberación de los dos cooperantes, con la que se pondrá fin "a esta tortura".
La vicepresidenta relató que siguió por televisión la llegada de Gámez al aeropuerto del Prat en Barcelona y sintió "una gran emoción" cuando la escuchó hablar porque han sido más de 100 días "muy duros" para ellos, sus familias y también para el Gobierno.
De la Vega contó que siente a la vez "satisfacción, responsabilidad y prudencia". "Satisfacción por tener aquí a Alicia, felizmente en su casa, en su tierra, con su familia. Responsabilidad porque desgraciadamente todavía tenemos a dos personas secuestradas que en estos momentos constituyen el objetivo fundamental de nuestra ocupación", por lo que el Gobierno va a "seguir intensificando todas las actuaciones precisas y necesarias para que cuanto antes puedan ser liberados".
Y este despliegue de acciones se va a hacer "con las mejores armas (...) para ser eficaces", como son "la prudencia y discreción", zanjó.