MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Save the Children ha asegurado a través de un informe que unos dos millones de niños han muerto y otros seis millones han resultado heridos en la última década como consecuencia directa de un conflicto armado.
La organización recoge en su informe 'Impacto devastador: armas explosivas e infancia' que "Afganistán, Irak, Sri Lanka, Somalia, Yemen, Israel y los territorios ocupados de Palestina son los países donde el uso de armas explosivas tiene consecuencias más trágicas para los menores".
"De los diez países que poseen la mayor tasa de mortalidad de menores de cinco años, siete padecen un conflicto armado", explica en una nota Save the Children. La ONG explica que los conflictos acaban en muchos casos con los servicios sanitarios o de educación. "Solo en la primera mitad de 2010, el conflicto y los ataques en Afganistán dejaron fuera de la escuela a más de 400.000 niños y niñas", asegura el informe.
Además, se advierte del daño psicológico que puede provocar un conflicto en los menores, que podría "afectar a la educación y la sociabilización de los menores, haciéndoles más vulnerables a la explotación y el abuso".
Save the Children recuerda que el 90 por ciento de las víctimas de conflictos armados son civiles. "Muchos de los conflictos actualmente abiertos como el de Libia, Afganistán, Costa de Marfil, el conflicto de Gaza o el de Yemen, representan claros ejemplos en los que la población es objetivo militar", asegura la ONG, que advierte de la utilización de menores en las protestas de Yemen.
La organización informa también de un descenso en las muertes de menores por minas antipersonas, tras el Tratado de Otawa 1997 que prohíbe este tipo de armamento. "Sin embargo, cada año, las minas terrestres matan o mutilan a entre 8.000 y 10.000 menores de edad", asegura el informe, lo que supone el 41 por ciento de las muertes de estas minas.
"Los Estados y actores no estatales deben comprometerse a no utilizar explosivos en áreas pobladas en todos los conflictos en los que están involucrados, especialmente cuando exista la posibilidad de que dichos explosivos tengan un impacto directo o indirecto sobre las vidas de menores de edad", añade.
Save the Children ofrece algunos ejemplos de las zonas donde los menores son más vulnerables. Tras los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009, los niños supusieron un tercio de los civiles muertos.
Las muertes de civiles por los bombardeos estadounidenses con aviones no tripulados en la zona noroeste de Pakistán alcanzan el 30 por ciento. En Yemen, el Gobierno lanzó una ofensiva contra la insurgencia del norte del país en agosto de 2009, que provocó al muerte de 189 niños y causaron heridas a 155.
El recrudecimiento del conflicto en Somalia supuso la muerte de 1.000 civiles desde mediados de febrero hasta finales de abril de 2010. "En un hospital de Médicos sin Fronteras, mujeres y menores de 14 años supusieron el 38 por ciento de los atendidos por heridas de guerra", asegura la ONG.