Actualizado 01/06/2010 15:59

Editores acusan a los poderes públicos de "cómplices de piratería" al fomentar la gratuidad de los contenidos educativos

Los contenidos digitales suponen entre el 20 y el 25 por ciento de los materiales curriculares

MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los editores han acusado este martes a los poderes públicos de "cómplices de la piratería" porque "al fomentar la gratuidad de los contenidos educativos se anima a los nuevas generaciones a cuestionar la legitimidad de remunerar la creación", durante la presentación del estudio 'Las situación de los contenidos digitales educativos en los países de la OCDE: perspectiva española' en la que han participado el director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Antonio María Ávila, y el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza, José Moyano.

En declaraciones a Europa Press, Ávila ha criticado que las administraciones públicas "gasten el dinero destinado a educación en ordenadores y pretendan que los contenidos se les regalen" y advirtió de que "la máquina sola no da inteligencia" y, por lo tanto, recomendó que "no se primen las herramientas en detrimento de los contenidos educativos". Además, ha señalado que el cambio tecnológico no puede ser utilizado por las administraciones para convertirse en "malas editoras" de libros de texto.

Asimismo, Ávila ha incidido en la "falta de una política educativa coherente que garantice las inversiones de cara al futuro" y ha afirmado que los recortes presupuestarios y las medidas de austeridad emprendidas en la Enseñanza "no se deben tanto a la crisis económica, sino a un mal planteamiento de las políticas educativas", lo que "evidencia, una vez más, un desprecio absoluto de los valores culturales y educativos".

En este acto, con motivo de la 69ª Feria del Libro, tanto Moyano como Ávila coincidieron en que el libro de texto en su tradicional soporte papel "es y seguirá siendo durante muchos años la columna vertebral de la planificación docente a pesar de su necesaria convivencia con las nuevas tecnologías". En este sentido, el presidente de ANELE ha explicado que "ningún país del mundo ha decidido sustituir el libro de texto, en su tradicional formato papel, por un soporte digital".

En cualquier caso, el estudio refleja que los contenidos digitales suponen ya entre el 20 y el 25 por ciento de los materiales curriculares que se utilizan en las aulas. "Un dato importante, pese a no ser pura tecnología y necesitar en ocasiones el apoyo de los libros de texto, que obliga a las autoridades a unificar sus programas", ya que hasta la fecha los editores vienen denunciando "el descontrol administrativo y los cambios permanentes que sufre la enseñanza en España".

LIBERTAD DE EMPRESA Y DERECHOS DE AUTOR

Por otro lado, Moyano ha hecho hincapié en que los responsables de elegir los libros de texto y los materiales curriculares son los docentes y los órganos didácticos. De modo que "la injerencia directa o indirecta de las administraciones en la concreción de los currículos y en la adopción de los libros de texto y materiales didácticos conculca la ley y vulnera tanto la libertad pedagógica de los profesores, como la autonomía de los centros".

De esta forma, ha indicado que las administraciones públicas son "competentes para inspeccionar los libros de texto y las programaciones que de esas enseñanzas elaboran los docentes, pero no para editar libros de texto ni para imponer programaciones". Además, ha asegurado que la distribución gratuita y generalizada de los contenidos curriculares en soporte digital "vulnera Ley de Competencia".

Por último, el coordinador del informe, realizado por la Unidad de Psicología del Consumidor y Usuario de la Universidad de Santiago de Compostela, Eduardo Picón, ha apostillado que "no existe a día de hoy ni un marco teórico sólido ni evidencia empírica suficiente de que las TICs mejoren de forma generalizada los procesos de enseñanza y aprendizaje ya que el verdadero valor añadido de estas nuevas tecnologías lo proporcionan los contenidos".

Por lo tanto, ha concluido que el sector editorial se configura, por el momento, como el "único capaz de ofertar contenidos digitales de aprendizaje variados, completos y de calidad contratada".