MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Educo ha advertido de que la crisis alimentaria que se está viviendo en la zona del Sahel tiene consecuencias "muy graves" en la educación de los niños. Además de afectar a la salud y el bienestar de la infancia, las dificultades para acceder a los alimentos inciden en su capacidad de aprendizaje, según ha informado la ONG.
"Un niño que tiene hambre es un niño que, obviamente, no es capaz de seguir el ritmo de la clase", ha señalado la directora de la escuela Tasmin en la ciudad de Ouahigouya (Burkina Faso), Constance Hien.
En este sentido, ha explicado que "es complicado" que todos los niños tengan una comida asegurada al día, pero gracias a la existencia del comedor escolar "todos aquellos que acuden a clase finalmente tienen garantizada una comida diaria" y ha resaltado que el comedor escolar es, además, "un fuerte incentivo para la permanencia en la escuela".
La crisis alimentaria, sumada a la fuerte crisis de seguridad "favorece el incremento de la deserción y el abandono escolar". Desde 2012, la región africana del Sahel, y en particular las zonas fronterizas de Malí, Níger y Burkina Faso están afectadas por una grave crisis causada por diversos factores, principalmente los conflictos armados y las consecuencias del cambio climático, como largas temporadas de sequía o fuertes inundaciones.
La organización afirma que la guerra en Ucrania, que ha repercutido en una subida del 20% del precio de los suministros y mayor escasez de alimentos básicos, "ha empeorado una situación que desde hace años está lastrando la vida de la población, especialmente de los niños".
Según datos de Naciones Unidas, más de 2,5 millones de personas han tenido que huir de sus países o trasladarse a zonas más seguras dentro de la región, y en las que aún pueden cultivarse alimentos. En Burkina Faso, Níger y Malí, países en los que Educo desarrolla proyectos, más de 10 millones de personas no tienen acceso a los alimentos más básicos para sobrevivir.
"La educación en una situación de emergencia como la que vive el Sahel está fuertemente relacionada con la alimentación. Para poder garantizar la continuidad educativa, los niños y niñas deben recibir una alimentación que les permita asistir a las clases en un contexto que ya es bastante difícil", ha afirmado el director de la región Sahel de la ONG, Edouar Ndeye, que reclama que se incremente la financiación de la ayuda humanitaria en esta parte del Sahel central.
Educo cree que la educación en emergencias "cura, protege y es un derecho". La ONG defiende "no solo que la educación es necesaria, sino también que la educación es urgente" y que, ante cualquier emergencia y necesidad de ayuda humanitaria, "ha de ser prioritaria".
"La educación es la mejor herramienta para acabar con las desigualdades sociales y que la infancia tenga la oportunidad de salir del círculo de la pobreza", ha dicho Ndeye.
Por eso, la organización trabaja para que los niños, niñas y adolescentes tengan espacios seguros en los que puedan aprender, pero también jugar y relacionarse estando protegidos.
Desde 2001, Educo desarrolla proyectos en los países de la zona. Entre ellos, las cantinas escolares, en las que se asegura al menos una comida completa a los niños que asisten al centro educativo.
Esta actividad permite luchar contra la problemática de la inseguridad alimentaria, pero también es un mecanismo que favorece la asistencia a la escuela y dificulta el abandono escolar. Además, evita que el alumnado tenga que recorrer largos trayectos varias veces al día.
La ONG también ha lanzado la campaña 'Crisis de Hambre en el Sahel' cuyo objetivo es visibilizar la problemática existente y recaudar fondos para poder ayudar a millones de niños y adolescentes afectados por esta crisis.