Actualizado 04/02/2014 15:43

Los beneficios del microcrédito en las zonas más empobrecidas

MÓSTOLES, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Concejalía de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Móstoles, en colaboración con la de Educación, Cultura y Promoción Turística, ha organizado la exposición de fotografía 'Mujer y Microcrédito; una realidad mundial de trabajo y esperanza', que estará en la Biblioteca Central de Móstoles del 14 al 28 de febrero.

Según ha informado el Ayuntamiento, la muestra refleja el trabajo que realiza la ONG Trabajo Solidario sobre los beneficios de utilizar la herramienta del microcrédito en las zonas más empobrecidas de tres continentes (América, África y Asia).

Está formada por 95 fotografías del fotógrafo Pep Bonet, que tiene una densa trayectoria con premios y reconocimientos internacionales (Premio Kodak a mejor fotoperiodista joven (2003), Premio Internacional Miren Hrovatin (2004), Premio Scherpenzeel de foto periodismo con Adis in Ethiopia (2004), entre otros) y los últimos años ha estado trabajando en proyectos de cooperación.

En estas fotografías, ha querido recoger los testimonios de mujeres que trabajan con microcréditos en Guatemala, Bolivia, Marruecos, Burkina Fasso, Bangladesh y Filipinas.

La ONG Trabajo Solidario se constituyó en el año 2000, con la creencia que el trabajo es un derecho y necesidad de las personas para poder ser autosuficientes y desarrollarse en libertad. Por ello ha promovido proyectos para aumentar las capacidades de las personas, sobre todo mujeres. Muchos de estos proyectos han utilizado el microcrédito como herramienta de desarrollo económico.

Los microcréditos forman parte de las microfinanzas, que proveen entre sus soluciones una amplia gama de servicios financieros, especialmente cuentas de ahorro, destinadas a las poblaciones pobres. El concepto moderno de microcrédito fue creado por el Graameen Bank, fundado en Bangladesh en 1983.

Un microcrédito no se destina únicamente a apoyar el espíritu emprendedor (o la necesidad de emprender como única salida) o a aliviar la pobreza, sino también en muchos casos a fortalecer a la mujer, mejorando así, por extensión, a comunidades enteras.

"La falta de empleo estable y demostrable de las mujeres les dificulta el cumplir con las condiciones que los prestamistas tradicionales exigen a la hora de conceder créditos, ya que gran parte de estas poblaciones son analfabetas, por tanto incapaces de cumplir con los trámites burocráticos asociados a estas gestiones", explican.

El microcrédito ha permitido el acceso a pequeñas sumas de dinero para que personas puedan mejorar los ingresos de sus pequeños autoempleos de subsistencia, teniendo un gran éxito ya que más de 100 millones de personas en el mundo se benefician del microcrédito.