MADRID 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Madrina ha lamentado que la maternidad "se convierta en un bien escaso para el primer mundo que se compra en el tercer mundo", en alusión a la maternidad subrogada cuya regulación ha reabierto esta semana el debate al hacerse público el caso de la presentadora Ana Obregón que ha recurrido a esta práctica para tener una hija en Estados Unidos.
"No existe el derecho a ser madre, por el contrario, sí que existe el derecho de todo menor a tener una familia y una madre", considera la organización para quien, esta práctica, es "como una trata de menores a beneficio de las personas con más recursos en el primer mundo, haciéndose negocio con la infancia y la maternidad vulnerable y convirtiendo al niño en mera mercancía, privándole de sus derechos fundamentales".
Para la entidad, en la sociedad actual "llama la atención de que una persona adulta y con recursos económicos, por encima de los 50 años pueda ser madre y, sin embargo, hay muchas madres vulnerables y sin recursos, por encima también de los 40 años y madres adolescentes por debajo de los 18 años, a las que los Servicios Sociales les han retirado la tutela de los menores, alegando que no presentan por la edad habilidades sociales ni parentales para cuidar de sus hijos menores".
En su opinión, la maternidad subrogada "sólo contempla los derechos de la mujer, nunca el mayor bien del menor". "Después del negocio de las armas, las drogas, la trata, el negocio de la infancia y maternidad vulnerable como Commoditie o materia prima en el mundo, mueve tanto dinero como todos los anteriores, incluyendo vientres de alquiler, adopciones internacionales, fecundaciones in vitro, IVEs, prostitución, trata, tráfico de órganos, tutelas y orfanatos, entre otros", ha añadido la organización.
Ante esta situación, la organización pide encarecidamente que se luche "con todas las armas posibles" contra la comercialización de la "infancia y la maternidad, que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, tras el tráfico de drogas y de armas".
En este sentido, pide más ayudas directas para la infancia y maternidad vulnerable en el primer mundo donde hay "guetos de pobreza extrema, para que los niños tengan derecho a su propia madre, y estas puedan salir adelante sin tener que vender o alquilar su propio cuerpo o estar expuestas a la trata".