MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) cumple 35 años en Haití, donde ha prestado ayuda y asistencia a un millón de personas vulnerables. Hace exactamente 35 años, el Padre Wasson y el Padre Richard Frechette fundaron el primer hogar de NPH en Haití, el hogar St. Helne, para acoger a niños huérfanos o abandonados, tras ser invitados por la Madre Teresa de Calcuta a visitar el país.
Desde entonces, NPH Haití ha abierto clínicas, hospitales y escuelas, ha construido viviendas, ha brindado ayuda humanitaria de emergencia y ha ofrecido oportunidades de capacitación y empleo a la comunidad haitiana, castigada históricamente por los desastres naturales, la pobreza, la desigualdad y el crimen.
Abierto en el año 1989, el hospital pediátrico St. Damien, el único de esta especialidad en un país que cuenta con algo más de 11 millones de habitantes, de los cuales, tres millones son niños vulnerables, contribuye a preservar la salud de más de 90.000 haitianos que vive situaciones de pobreza y marginalidad extremas en un país donde sólo 1 de cada 15.000 habitantes tiene acceso a un médico. Con los años, se ha convertido en un centro de referencia en Haití que brinda atención médica de calidad, prevención y sensibilización comunitaria.
Con más de 1.600 haitianos empleados en los programas educativos, médicos y de ayuda humanitaria, NPFS ha implementado en los últimos años proyectos sostenibles y de desarrollo socioeconómico como centros de producción autosostenibles, granjas, piscifactorías o instalaciones solares fotovoltaicas.
Actualmente, NPH Haití sobrevive gracias a la labor realizada por el Padre Rick en defensa de la dignidad y promoción de los derechos humanos de la población haitiana, especialmente de mujeres y niños vulnerables, contando siempre con la comunidad haitiana para desarrollar los proyectos. Por ello, se ha ganado el respeto de la población.
Tal como expresa el director de la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos y presidente de NPH Europa, Xavier Adsará, "sólo hay un camino, el de vivir comprometidos con el ser humano y esto es precisamente lo que se hace en Haití".