MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace ha celebrado que Brasil haya renovado de manera indefinida la moratoria de la soja, un compromiso de los productores de soja del país latinoamericano para no comprar soja a los agricultores implicados en la deforestación de la Amazonia.
La 'Moratoria de la soja' se firmó en julio de 2006 y desde 2008 ha sido renovada cada dos años hasta que en una ceremonia firmada este lunes en el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, el acuerdo ha sido renovado por tiempo indefinido o, como dice el documento de renovación, hasta que la moratoria no sea necesaria.
El responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace y signatario del acuerdo, Paulo Adario, ha destacado que la renovación de la moratoria asegura indefinidamente que productores de soja y empresas comercializadoras de esta materia prima pueden seguir confiando en que el comercio de soja amazónica no procede de la deforestación de la selva, incluso en estos tiempos de crisis ambiental, social, política y económica.
Adario, signatario del acuerdo cree que los bosques agradecerán este compromiso y que el Grupo de Trabajo de la Soja se gana confianza y capacidad para seguir desarrollando una herramienta que permita la producción, la conservación de los bosques y la protección de los pueblos que viven en la Amazonia.
La soja encabeza la lista de exportaciones de materias primas agrícolas en Brasil, después de haber generado más de 31.000 millones de dólares en ingresos en 2015.
El acuerdo garantiza que solo puede acceder al mercado la soja que no procede de la deforestación, del trabajo esclavo o de la invasión de tierras indígenas, fue ratificado por el Ministro de Medio Ambiente de Brasil y por los coordinadores del Grupo de Trabajo de Soja (GTS - Grupo de Trabalho da Soja), el presidente de ABIOVE (la Asociación brasileña de la Industria de Aceites vegetales), el director general de la ANEC (Asociación Nacional de Brasil de exportadores de cereales) y el coordinador de Greenpeace y la Sociedad Civil en el GTS.
Desde que se firmó la moratoria de 2006, el área ocupada por el cultivo de soja en el bioma amazónico brasileño ha crecido de uno a 3,6 millones de hectáreas y de esta superficie el 0,8 por ciento son nuevas área deforestadas. "Este gran aumento en la producción de soja al mismo tiempo que se respeta la moratoria es la mejor prueba del éxito: se puede producir soja sin destruir el bosque", ha valorado Adario.