Publicado 08/11/2023 16:00

¿Qué hemos aprendido de la pandemia?

Intervención del Ministro de Sanidad en funciones, José Manuel Miñones, durante la presentación del Informe de Desastres 2022 de la La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC)
Intervención del Ministro de Sanidad en funciones, José Manuel Miñones, durante la presentación del Informe de Desastres 2022 de la La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) - EUROPA PRESS

   La ONG pide más "preparación temprana" ante futuros desastres basada en "confianza, equidad y acción local"

   MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha presentado este miércoles el Informe de Desastres 2022 que recoge las enseñanzas de la pandemia de COVID-19 para mejorar la gestión de desastres futuros en el que abogan por una preparación temprana basada en la confianza, la equidad y la acción local y comunitaria, sin olvidar el papel de los voluntarios, la coordinación y la tecnología para ayudar a los más vulnerables.

   Una de las principales conclusiones del informe indica que la comunidad internacional no estaba preparada para una pandemia con estas características, con carencias de planes para brotes infecciosos de gran magnitud o recortes en recursos que habrían frenado la pandemia como la reducción de camas hospitalarias.

   Así, la directora adjunta de la Oficina Regional de Europa de la IFRC, María Alcázar, ha recordado que en diciembre de 2019 la IFRC aprobó la resolución tres para actuar juntos en la lucha contra epidemias y pandemias que recordaba la importancia de prepararse.

   De este modo, Alcázar ha señalado los avisos de los epidemiólogos en el aumento de brotes de enfermedades, causados por factores como el cambio climático, el aumento de la circulación de bienes y personas, los ámbitos de consumo o la creciente inequidad. "Sigue siendo relevante aquella resolución de 2019 y seguir invirtiendo en preparación", ha insistido.

   Por otro lado, el informe expone el impacto de la pandemia en "prácticamente" todas las comunidades del planeta, aunque la presidenta de la Cruz Roja Española, María del Mar Pageo, ha apuntado que no todas lo han sufrido por igual, ya que la pandemia "ha exacerbado desigualdades previas, y ha afectado especialmente a los más vulnerables".

   "La implicación de voluntariado, trabajo coordinado con administraciones públicas y los medios tecnológicos son claves para ofrecer ayuda a los colectivos más vulnerables en una emergencia", ha argumentado.

   Durante la presentación del documento también se ha puesto de manifiesto el impacto en el bienestar lo que, según Pageo, ha tenido un "daño directo en la salud mental y emocional" así como las consecuencias "devastadoras" en el ámbito sociolaboral.

   Con respecto a los impactos sobre la salud mental en Europa y España, Alcázar ha subrayado que la pandemia evidenció la falta de atención y de recursos para paliar este problema. "Si algo ha conseguido la Covid es que ahora se habla de salud mental en espacios políticos y personales", ha manifestado.

   No obstante, la IFRC tiene 146 sociedades nacionales con programas de salud mental que incluyen primeros auxilios psicológicos, líneas de atención y espacios saludables para los jóvenes, que según Alcázar han sido uno de los grupos que más se vio afectado en este ámbito durante la pandemia junto con niños, migrantes y refugiados.

LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL

   "También ha habido muchos avances en cómo prestar servicios de salud mental de manera remota", ha explicado Alcázar, ya que se abrieron líneas telefónicas y se utilizaron las redes sociales para prestar servicios de manera "segura, amigable y confidencial".

   En este sentido, el Ministro de Sanidad en funciones, José Manuel Miñones, presente en el acto, se ha comprometido a reforzar los equipos de salud pública, tanto en vigilancia y sistemas de alerta como en la promoción de la salud y la atención preventina.

   "Europa ha pasado a una fase de vigilancia, pero debemos seguir alerta porque esta pandemia se sigue cobrando vidas, de ahí que nuestro compromiso con iniciativas de solidaridad global sigan estando muy presentes", ha manifestado Miñones.

   Por su parte, la directora de Salud en Cruz Roja Española, Fátima Cabello, ha destacado la necesidad de que la población confíe en la información de las organizaciones y la administración para futuros desastres y para que estas puedan conocer las necesidades de la sociedad y trabajen de forma "conjunta y transversal".

   Con respecto a los impactos socioeconómicos y laborales, la directora de Empleo de Cruz Roja Española, Maika Sánchez, ha recordado la situación de precariedad laboral que tuvieron muchos españoles durante la pandemia por desempleo o falta de ingresos, que afectó principalmente a mujeres y migrantes.

   De este modo, Sánchez ha explicado algunas de las acciones de la IRFC en esta materia como la adaptación de equipos para trabajar en entornos digitales, el apoyo a emprendedores para continuar con sus negocios, la formación y acompañamiento a personas en el acceso a prestaciones como los ERTES o bonos electrónicos o el préstamo de dispositivos tecnológicos a personas y familias.

   "La pandemia nos ha enseñado que necesitamos vivir con condiciones dignas, con ingresos y con la capacidad de equilibrar la vida familiar y laboral y que el principio de equidad se pueda cumplir", ha apostillado.

MUJERES Y MIGRANTES, LOS MÁS AFECTADOS

   Por otra parte, el responsable del Centro de Recursos de Medios de Vida de la Federación Internacional que alberga Cruz Roja Española, Mark Frame, ha explicado las medidas empleadas a nivel internacional, aunque "cada sociedad nacional experimentó una preparación y respuesta muy distinta en función de su realidad".

   De forma más detallada, Frame ha señalado que las mujeres y los migrantes fueron los grupos más afectados por su "inestabilidad" laboral. Igualmente, también se vieron perjudicadas las personas residentes en zonas urbanas, debido a que las medidas de confinamiento afectaron "de manera más aguda" a las economías urbanas.

   Con todo ello, Frame ha señalado que la IFRC fomentó el acceso igualitario a productos fundamentales basado en el principio de equidad, como las transferencias monetarias que realizó la Media Luna Roja Turca a 1,3 millones de refugiados. También desarrollaron trabajos previos de inclusión social con la que se fomentó la confianza y la ayuda al microemprendimiento para el trabajo local y comunitario como hicieron en Ruanda, donde financiaron cooperativas agroganaderas de mujeres.

Leer más acerca de: