MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El fundador y presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, constató hoy las "insufribles condiciones de vida de la población civil iraquí".
"La vida de la población civil iraquí es realmente dura: la inseguridad y el clima de violencia se unen gravísimas deficiencias en los servicios que hacen que la vida diaria de los iraquíes se haya convertido en un horror", destacó el responsable de Mensajeros de la Paz, que se encuentra estos días en el país para reclamar la atención internacional sobre el conflicto.
Según detalló Mensajeros por la Paz mediante un comunicado, desde hace cuatro años, en la mayoría de los pueblos y ciudades del país se producen frecuentes y continuos cortes en el suministro eléctrico, falta el agua y la que hay es cada vez más insalubre y la gasolina presenta problemas de suministro.
Además, un 75% de los niños en Bagdad, al igual que en otros muchos lugares del país, "hace mucho tiempo que no van a la escuela", principalmente por el "gravísimo riesgo" que corren en el trayecto desde su casa a los centros educativos. Por su parte, según la asociación, la Universidad de Bagdad, que hace solo unos años era la más prestigiosa de Oriente Próximo "no es más que una institución fantasma y unos edificios arruinados".
Los mercados están "desabastecidos" además de ser "muy peligrosos", describió el padre Ángel, que señaló que son frecuentemente objeto de ataques y atentados. Esto conlleva a un encarecimiento de los precios "y las economías familiares no pueden soportarlos".
1/3 DE POBRES.
El padre Ángel explica que Cruz Roja habla que más de una tercera parte de la población iraquí vive en la pobreza, que el sistema sanitario está "absolutamente destrozado", que cada vez son más enfermos debido a las malas condiciones de vida, habiendo aumentado las enfermedades infecciosas, respiratorias y todas las derivadas de la malnutrición, que afectan especialmente a los niños.
"A esto hay que añadir la extraordinaria incidencia en Iraq de malformaciones congénitas, especialmente cardiacas, y enfermedades oncológicas derivadas de la utilización de uranio empobrecido y armas químicas durante la primera Guerra del Golfo y los últimos años del régimen de Sadam. UNICEF ha manifestado que el uranio empobrecido ha causado la muerte de más de 50.000 niños iraquíes desde 2001", recoge el padre Ángel en su comunicado.
El paro alcanza a más de tres cuartas partes de la población y los que tienen empleo frecuentemente no pueden acudir a su puesto de trabajo por el riesgo de salir a la calle o por cortes de tráfico a causa de los atentados.
Existen más de dos millones de viudas, sin preparación ni experiencia laboral, que tienen que sacar adelante a sus hijos. Los niños huérfanos se cuentan por millares. Ha aumentado el numero de niños de la calle alarmantemente. Muchos de ellos son traficados, objeto de todo tipo de explotaciones, incluidas las más violentas. También los menores discapacitados psíquicos son utilizados como bombas humanas, como ha denunciado recientemente la ONU.
Las pésimas condiciones de vida, unidas a la persecución religiosa han producido el éxodo de una gran parte de la población. Se calcula que más de dos millones de iraquíes han abandonado el país, y otros dos millones han sido desplazados dentro de Iraq. Los países vecinos de Siria y Jordania son los que principalmente están acogiendo a la mayor parte de estos refugiados iraquíes.
"No existe ningún plan internacional de ayuda a estos refugiados iraquíes", denuncia finalmente el fundador y presidente de Mensajeros de la Paz.