MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones de la Iglesia católica piden al futuro gobierno de España una ley integral contra la trata de personas que incluya otras formas de este delito como la mendicidad o los matrimonios forzados y denuncian que las actuales políticas migratorias incrementan el riesgo de trata.
Así lo reclaman Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Fundación Cruz Blanca y Justicia y Paz en un comunicado con motivo de la celebración el próximo sábado 30 de julio del Día Mundial contra la Trata, instituido en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos.
Según la Organización Internacional de Trabajo hay 21 millones de personas víctimas del trabajo forzoso en el mundo, de las cuales casi 5 millones son víctimas de trata con fines de explotación sexual.
Las organizaciones de la Iglesia reconocen que "se ha avanzado mucho" en los últimos años para perseguir este delito pero recuerdan que hay otras formas de trata que no se abordan como "la mendicidad, los matrimonios forzados, la explotación laboral o el tráfico de órganos".
"En España todavía no existe una ley integral que aborde todas estas formas de trata, una condición que permitiría una coordinación de manera efectiva para luchar contra la trata, identificar y proteger las víctimas y asegurar sus derechos humanos", subrayan.
Además, denuncian que existen "políticas que aumentan la vulnerabilidad de las personas y el riesgo de ser sometidas a trata" como por ejemplo, las actuales políticas migratorias.
"Políticas que fracasan al poner en peligro a las personas, empujándolas a manos de redes de traficantes y tratantes por la falta de vías legales para conseguir un destino mejor. Cada persona tiene el derecho a buscarse una vida digna para sí misma, para sus hijos e hijas, para su familia", advierten.
Por ello, como entidades de Iglesia, respaldadas por la Sección de Trata de la Conferencia Episcopal Española (CEE), piden poner siempre el interés de las víctimas en el centro, "estén o no identificadas como tales", y "evitar la revictimización, habilitando mecanismos para que la investigación de los delitos no implique más sufrimiento para las personas".
Según recuerdan, todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. Por ello, llaman a tener los ojos abiertos ante la trata que puede haber detrás "de las personas que piden una limosna en el supermercado, de la prostitución, de la ropa o de la fruta y verdura que se consume". "Puede haber sufrimiento de personas que, víctimas de la cultura del descarte a la que alude el Papa Francisco, son explotadas", subrayan.