La ONG alerta de un aumento del hambre, las enfermedades y los desplazamientos por los problemas de abastecimiento de agua
MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El movimiento mundial Oxfam ha alertado de la inseguridad del abastecimiento de agua y ha señalado que se ven obligados a perforar pozos "más profundos, costosos y que requieren mayor mantenimiento para algunas de las comunidades más pobres del mundo, para tan solo encontrar, con cada vez más frecuencia, reservas agotadas o muy exiguas o contaminadas".
La ONG ha publicado, con motivo de la Semana Mundial del Agua --que se celebra del 21 al 24 de agosto-- el informe 'Dilemas sobre el agua', que aborda los impactos del cambio climático en la seguridad hídrica en distintas regiones y en el que piden a los Gobiernos "actuar ya" y "replantear prioridades", ya que esta situación "provocará un aumento del hambre, enfermedades y desplazamientos".
"Deben apresurarse a alcanzar el objetivo de Naciones Unidas de destinar 114.000 millones de dólares al año a la financiación del sector del abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene, con el fin de salvar vidas en la actualidad y contribuir al resto de objetivos de Naciones Unidas de cara a 2030", ha afirmado la responsable de políticas sobre cambio climático de Oxfam, Nafkote Dabi Dabi.
"Uno de cada cinco pozos que construimos en la región en la que trabajo resulta estar seco o el agua que contiene no es potable. Tenemos que construir pozos más profundos en suelos endurecidos por el calor, lo cual encarece las obras de perforación. Además, nos encontramos en un momento en el que la financiación de donantes para el abastecimiento de agua ha disminuido", ha asegurado por su parte la responsable de agua y saneamiento de Oxfam en África, Betty Ojenya, sobre la sequía en África Oriental.
Del mismo modo, Ojenya ha añadido que, por todo ello, han tenido que recurrir a sistemas de desalinización del agua "muy costosos" que tienden a dar problemas técnicos. "Estamos presenciando los efectos del cambio climático, y estos problemas seguirán empeorando", ha lamentado.
"HAMBRE CRÓNICA, INUNDACIONES Y SEQUÍAS"
Según han apuntado en el informe, para 2040, África Oriental podría sufrir un aumento del 8% de las precipitaciones, con constantes inundaciones y sequías que provocarían un aumento del 30% de la escorrentía superficial, algo que podría ser catastrófico. "Este fenómeno arrastra los nutrientes de suelos ya muy castigados y destruye las infraestructuras".
Igualmente, en el documento han estimado que entre 50 y 60 millones de personas más podrían contraer malaria de aquí a 2030 e informa que la región de África Occidental se enfrentará a problemas similares derivados de esta misma crisis. Ambas regiones han indicado que se enfrentan a olas de calor de un 8 a un 15% más intensas y descensos del 11 al 15% en la productividad laboral, además de migraciones masivas, un aumento de la pobreza y el hambre, modificaciones en las cosechas y pérdida de ganado, y otros conflictos provocados por el agua.
Al mismo tiempo, afirma que la región de Oriente Medio sufrirá un marcado descenso de lluvias de cara a 2040, que afectará a los niveles del agua y la escorrentía de los ríos, agravando la inseguridad alimentaria. Las olas de calor se incrementarán un 16%, lo cual generará una caída de la productividad laboral del 7%, junto con un aumento de los precios del agua debido a la alta demanda.
Entretanto, Oxfam ha manifestado que algunos países de Asia se verán cada vez más afectados por la subida del nivel del mar, que podría sobrepasar el medio metro de cara a 2100. "Además de la escorrentía del terreno y el deshielo de glaciares, esto podría afectar a los acuíferos subterráneos, especialmente en zonas costeras habitadas por cientos de millones de personas".
También ha previsto en el documento más olas de calor en Asia (8%), y un descenso de la productividad laboral del 7%, lo cual supondrá un aumento de la pobreza y los movimientos migratorios. Asimismo, afirma que algunas enfermedades como la malaria o el dengue podrían aumentar hasta un 183%.
Finalmente, el movimiento ha alertado que todo ello tendrá efectos colaterales que afectarán a la productividad y las fuentes de alimentos de la población, agravando el hambre y calcula que en diez de los lugares más afectados por la crisis climática a nivel mundial, el hambre crónica habrá aumentado un tercio en 2050 como consecuencia del cambio climático. "Significa que 11,3 millones de personas más pasarán hambre en comparación con un escenario sin cambio climático, unas cifras que se alejan del objetivo de Naciones Unidas", han añadido.
"Los peores supuestos, que debíamos intentar evitar, ya son una realidad. Teniendo en cuenta la trayectoria actual de las emisiones y la indiferencia de la clase política, miles de millones de personas están viendo peligrar su futuro debido a esta crisis del abastecimiento del agua. Los países ricos más contaminantes deben reducir sus emisiones de forma drástica e inmediata, y aportar fondos para financiar la construcción de infraestructuras para el abastecimiento del agua en las comunidades más pobres", han concluido.